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CIUDAD DE MÉXICO.
La mayoría de quienes intentan dejar de fumar utilizando el cigarro electrónico como uno de los métodos para hacerlo acaban convirtiéndose en fumadores duales, lo que potencializa el daño, advirtió Juan Zinser Sierra, presidente del Consejo Mexicano contra el Tabaquismo.
“No está resultando un buen método para que la gente deje de fumar y son muchos más los que a partir del cigarro electrónico se están haciendo adictos a la nicotina y están fumando diferentes tipos de tabaco, que los que dejaron de fumar; es decir, que el incremento en el número de usuarios de cigarros electrónicos es mucho mayor que el número de fumadores que ha dejado de fumar, porque se han vuelto usuarios duales”, dijo en vísperas del Día Mundial sin Tabaco, que se conmemora el próximo 31 de mayo.
El experto alertó sobre el hecho de que existe hasta 20% de adolescentes previamente no fumadores que ha experimentado con el cigarro electrónico.
“Cuando menos 5%, de acuerdo con datos mexicanos del Instituto Nacional de Salud Pública, son los adolescentes que se iniciaron en la adicción a la nicotina a partir de los cigarros electrónicos y esto también ocurre, ya se ha estudiado con los adultos; hay 5% de los adultos que por curiosidad o por la modernidad utilizan cigarros electrónicos”, expuso.
Si bien con la evidencia hasta ahora disponible pareciera ser que el cigarro electrónico produce un menor daño, el doctor Zinser Sierra aclaró que en términos prácticos fumar un cigarro convencional sería como aventarse de un piso 39 y un cigarro electrónico como tirarse del piso 35.
“Si alguien que fumaba lo sustituye experimenta menos daño; si alguien no fumaba y utiliza cigarro electrónico obviamente está incorporando daño a su salud y si alguien además de cigarro convencional utiliza cigarro electrónico, como es el caso de la mayoría de los fumadores que han experimentado con cigarro electrónico, también están agregando un elemento adicional”, señaló.
En conferencia de prensa explicó que el cigarro electrónico es una de las estrategias que utiliza la industria tabacalera para mantener la adicción a la nicotina.
“Así como durante mucho tiempo insistió en un filtro que no ayuda en nada, con los cigarros light que tampoco ayudan, ahora utilizan los cigarros electrónicos que les representan una plusvalía de ingreso, es uno de los productos en el comercio que más dinero ha dejado en los últimos años. Lo presentan como algo de menos riesgo, pero el riesgo es relativo, porque ha resultado más riesgoso, ya que son más los que se han iniciado en la adicción de la nicotina con el cigarro electrónico”, indicó.
En este contexto, el doctor Zinser Sierra destacó el alto impacto de los impuestos al tabaco que no han sufrido un incremento desde hace ocho años para desincentivar el consumo.
Al respecto, refirió que un estudio realizado en Estados Unidos, en el que a una serie de empleados de diversas empresas se les pagó un tratamiento para dejar de fumar a través del uso de productos farmacológicos, parches, chicles, apoyo sicológico e inclusive cigarros electrónicos, mientras que a un grupo se le ofreció un incentivo económico de 800 dólares si abandonaba el cigarro.
SÓLO 16% DEJÓ DE FUMAR
En México, 73.6% de los fumadores tienen un interés para dejar de fumar, y en el último año 56%intentaron dejar de hacerlo, pero apenas 16.3% lo logró.
De acuerdo con María Andrea Hernández, del Comité Interinstitucional de Lucha contra el Tabaco, México ha fallado en hacer accesible a los fumadores tratamientos integrales para dejar de fumar, a partir de apoyo sicológico o medicamentos esenciales para tratar la adicción a la nicotina, por ejemplo.
Es por ello que 85.5% de los fumadores que intentan dejar su adicción lo hacen sin ningún tipo apoyo, 7.8% con métodos tradicionales y apenas 3% utiliza la farmacoterapia.
“Tenemos rezagos con respecto a la cesación tabáquica, tenemos lo que llamamos oportunidades, pérdidas en el campo de la salud y lo que pudiéramos estar haciendo para la población fumadora y para los indicadores epidemiológicos que tanto alarman a México, se está desaprovechando la oportunidad de disminuir el principal factor de riesgo (el tabaco) para múltiples enfermedades crónicas no transmisibles”, expuso.
Hernández detalló que apenas 19.3% de los fumadores ha recibido un consejo breve para dejar de fumar por parte de un profesional de la salud, pese a que se trata de una estrategia eficaz que recomiendan las guías de práctica clínica para identificar al fumador; que no requiere de ninguna inversión económica y se realiza en poco tiempo.
El dato es aún más preocupante, dijo, cuando se habla de poblaciones que requieren de atención más especializada, pues sólo la mitad de los fumadores con enfermedad pulmonar obstructiva crónica reportan haber sido aconsejados por un médico para dejar de fumar, mientras que la prescripción de un tratamiento se ha hecho en apenas 5% de los casos.
“El tabaquismo no es un hábito, no es una costumbre, es una adicción, y al ser una adicción es una enfermedad, y como cualquier otra enfermedad requiere un tratamiento”.