Los dos hombres y las dos mujeres viajaban a bordo de una camioneta KIA color blanco, misma que tampoco ha sido localizada
infobae.com
El gobernador de Jalisco, Pablo Lemus Navarro, confirmó la desaparición de una familia originaria de Tequila que salió rumbo a Michoacán el pasado 20 de febrero, con el fin de recoger el cuerpo sin vida de un ser querido.
De acuerdo con los datos disponibles, el pasado jueves, Ramiro González Medrano (44 años, padre), Ana Isabel Jiménez Ontiveros (47, madre), Juan Carlos González Jiménez (22, hijo) y María de Jesús Cervantes (33, sobrina) abordaron una camioneta KIA color blanco con dirección a Apatzingán.
Durante el trayecto, Ramiro González compartía su localización vía telefónica a otros miembros de su familia que radican en Jalisco. Sin embargo, según reveló una persona cercana a ellos al diario Milenio, fue alrededor de las 21:00 horas cuando perdieron comunicación con ellos. Su última ubicación conocida fue en la Carretera Buenavista-Los Reyes.
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Testimonios de familiares, quienes han utilizado las redes sociales para pedir apoyo de las autoridades, refieren que Ramiro González y Ana Isabel Jiménez se dirigían a Michoacán para reclamara el cuerpo de un hijo fallecido. Juan Carlos y María de Jesús los acompañaban.
Indicaron al medio ya citado que, tres días después de la desaparición, acudieron a la Fiscalía del Estado de Jalisco para interponer la denuncia correspondiente. Sin embargo, la dependencia rechazó la solicitud y apuntó que el delito debe ser investigado por la Fiscalía General del Estado (FGE) de Michoacán.
No obstante, Lemus Navarro aseguró que su gobierno recibirá a la familia de las y los desaparecidos, si así lo desea, para ser atendidos personalmente. “Si ellos gustan, yo les puedo recibir para escucharles, para recabar datos, para darles todo el respaldo que necesitan”, declaró.
La familia dijo desconocer si sus familiares habían sido amenazados previamente.
Desapariciones en Michoacán
El caso de Ramiro González y Ana Isabel Ontiveros no es el único. La entidad enfrenta una grave crisis de desapariciones forzadas que ha escalado en los últimos años.
Según datos del Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas (RNPDNO), hasta octubre de 2023 la entidad registraba más de cinco mil personas desaparecidas desde 1964, consolidándose como uno de los estados más afectados por este fenómeno en México.
Tan solo entre 2018 y 2022, se denunciaron más de mil 200 desapariciones, aunque se estima que el número podría ser mayor debido a la cifra negra de casos no reportados.
La problemática en Michoacán se encuentra íntimamente vinculada a la presencia de grupos del crimen organizado, quienes han consolidado el control de amplias zonas del estado. Estos grupos, como el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y las autodefensas criminalizadas, se disputan territorios estratégicos para actividades como el narcotráfico, extorsión y robo de hidrocarburos. Sumado a esto, la corrupción y debilidad de las instituciones públicas han dificultado las investigaciones y la resolución de los casos.
Aunado a la problemática de las desapariciones, colectivos de búsqueda ―como Familiares Caminando por Justicia― han denunciado la falta de recursos estatales y federales para recuperar cuerpos en fosas clandestinas y esclarecer los hechos detrás de la desaparición de miles de ciudadanos.
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