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NÁPOLES.
Han pasado 104 días sin noticias de Raffaele Russo, Antonio Russo y Vincenzo Cimmino, los italianos desaparecidos en Tecatitlán, Jalisco, ante la falta de respuesta de las autoridades, sus familiares protestaron este martes para denunciar complicidad de las autoridades mexicanas y el abandono de parte del gobierno italiano.
Creíamos que México era corrupto, pero más corrupto es Italia, con su silencio, no hacen nada… Existen 4 policías, la policía que vende a las personas. ¡Es una vergüenza! Ya confesaron que vendieron a mi familia a un grupo criminal en México por 43€ (euros) y nadie hace nada, nadie nos dice qué sucedió», dijo el hijo de Raffaelle Russo.
La desesperación llevó a los familiares a declararse en huelga de hambre a las puertas del Parlamento en Roma.
Reitero que no nos moveremos de aquí, (estaremos) día y noche sin comer, estamos en huelga de hambre, en huelga de todo hasta que salga alguien de este gobierno o del gobierno que se formará, hasta que nos ayuden a saber qué sucedió», añadió.
La madre de Vincenzo Cimmino, Anna Esposito, también declaro al respecto:
Queremos a nuestros seres queridos y de aquí no nos moveremos hasta que ellos no salgan, aquí nos quedamos»
Estamos aquí porque los queremos vivos y nos deben ayudar, porque si tenemos tiempo ¿por qué lo debemos desperdiciar? Nos dicen esperen, esperen… Nosotros no debemos esperar”, dijo la novia de Antonio Russo, Angela Panico.
La respuesta no tardó en llegar y fueron escuchados por una hora en la Cámara de Diputados de Italia. Al salir, el abogado se manifestó parcialmente satisfecho:
Los asistentes del presidente de la Cámara de Diputados italiana, Roberto Fico, nos han garantizado informarlo sobre la relación de los hechos y estamos en espera de una reunión con el presidente Fico. Tenemos la certeza de que nos contactarán para profundizar sobre lo sucedido y sobre todo para iniciar a trabajar seriamente, cosa que no se ha hecho hasta ahora», apuntó Claudio Falletti, abogado de las familias Russo y Cimmino.
Los familiares esperan que la presión política permita el envío de detectives italianos a tierras mexicanas.