Sin frenoa
La práctica del graffiti con todo en cada rincón en el municipio de Puerto Vallarta, ningún gobierno lo ha podido siquiera controlar.
En cada sitio el sello de los mensajes sin sentido, acaparan la atención de los visitantes.
En cada rincón de Puerto Vallarta, los ciudadanos han comenzado a manifestar su preocupación por la proliferación del graffiti, que ha invadido tanto las zonas turísticas como las áreas residenciales de la ciudad.
Aunque algunas de estas intervenciones artísticas pueden ser vistas como expresiones de creatividad, en muchas ocasiones se han convertido en un problema estético y de vandalismo.
Las paredes de edificios, monumentos históricos, puentes y otros espacios públicos están siendo constantemente marcadas con pintas ilegales, muchas veces de contenido irrelevante o incluso ofensivo.
Los residentes, tanto locales como turistas, han alzado la voz ante esta situación, ya que el graffiti no solo daña la imagen de Puerto Vallarta, sino que también puede generar una sensación de inseguridad, al asociarse con la falta de control y el desorden urbano.
El llamado a las autoridades es claro: es urgente implementar acciones efectivas para frenar la expansión del graffiti en la ciudad, promoviendo al mismo tiempo iniciativas de arte urbano que respeten los espacios públicos y contribuyan positivamente al entorno.
Los vecinos exigen que se refuercen las medidas de vigilancia y que se castiguen adecuadamente a los responsables de este daño a la propiedad pública y privada.
La comunidad pide que se revierta esta tendencia antes de que la ciudad pierda su encanto, tanto para sus habitantes como para los miles de turistas que visitan Puerto Vallarta cada año en busca de una ciudad limpia, ordenada y agradable para disfrutar.
La situación requiere de un esfuerzo conjunto entre autoridades y ciudadanos para recuperar el espacio público y evitar que la imagen de la ciudad continúe deteriorándose.