Zitzmann, director ejecutivo de la Asociación Colombiana de Medios de Información (AMI), se refirió al estado de la libertad de prensa en Colombia y a los desafíos que los periodistas enfrentan para hacer su tarea de la mejor manera
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Desde 1993, cada 3 de mayo se celebra el Día Mundial de la Libertad de Prensa, una fecha en la que comunicadores, asociaciones y casas periodísticas enfocan su perspectiva en la evaluación de sus derechos, libertades y grandes retos frente a diversos contextos complejos.
Para el 2024, la Unesco determinó que la temática sería “El periodismo ante la crisis ambiental”, y en torno a este postulado se realizan diferentes eventos que tienen su epicentro en Chile, país en el que se efectúa la trigésima primera Conferencia del Día Mundial de la Libertad de Prensa, en el Centro Cultural Gabriela Mistral de la ciudad de Santiago.
Según las Naciones Unidas, este tema es el eje de la fecha debido a que “la desinformación y la información errónea sobre cuestiones medioambientales pueden provocar una falta de apoyo público y político a la acción por el clima, a políticas eficaces y a la protección de las comunidades vulnerables afectadas por el cambio climático”.
En ese sentido, “la concienciación sobre todos los aspectos de las distintas crisis medioambientales y sus efectos es esencial para construir sociedades democráticas, y la labor periodística juega un papel fundamental para responder a esta crisis (…) Los periodistas se enfrentan a grandes desafíos a la hora de buscar y difundir información sobre temas de actualidad”.
El panorama de la libertad de prensa en Colombia
No obstante, bajo esta perspectiva global hay otras realidades que atañen al periodismo regional. Infobae Colombia se comunicó con el director de la Asociación de Medios Informativos en Colombia, Werner Zitzmann, para conocer su diagnóstico sobre la situación de la libertad de prensa en Colombia y en el continente.
Aunque el tema medioambiental es muy importante para el mundo y, desde luego, para los colombianos, tanto en el país como en en la región la Unesco pudo contemplar otras prioridades para su mensaje, según el defensor de los derechos informativos entrevistado.
Zitzmann destacó que la crisis medioambiental es un asunto actual, pero que el objetivo de la fecha conmemorativa es la libertad de prensa, que experimenta graves amenazas. “Sin duda (la crisis en el medio ambiente) es un tema importante, pero la compleja situación de libertad de prensa en la región, sugería alguna otra prioridad”, dijo frente a la decisión de la Unesco.
En Colombia, por ejemplo, no cesan los casos de silenciamiento a periodistas, sea de manera directa o indirecta, con violencia o censura. Según la Federación Colombiana de Periodistas, los encarcelamientos y los asesinatos continúan presentándose y un gran porcentaje queda impune. Por tanto, el experto en medios destacó que el panorama de la libertad de prensa en el país se encuentra en un “franco deterioro”. Aseguró que, desde su posición, ha visto cómo “todos los indicadores de las entidades dedicadas a esta vigilancia, entre ellas la Sociedad Interamericana de Prensa, registran el deterioro (…) Muy preocupante”.
Dicho desgaste es visible, según su análisis, en “dificultades para el acceso a la información, imposibilidad de ejercer el periodismo en región, periodistas asesinados, censura, acoso judicial (…)”. De la misma manera, señaló al poder del gobierno de extender en contra de periodistas “una política de estigmatización y generalización, unida a otra política de fomento de medios afines -al gobierno- como titulares de la verdad”, y todo esto en detrimento de la libertad de medios “tradicionales e independientes, a quienes se tilda de originadores de la desinformación”.
Por tales motivos, sugirió que hacer periodismo en el país implica esfuerzos titánicos en los que cada plumazo de escritura y cada cuadro de difusión -ya sea informativa, narrativa, de opinión- deben estar acompañados por intrepidez y coraje. Lidiar con la censura y la intimidación se logra, en sus palabras, “con valentía, y con la autoridad que confiere hacer el mejor periodismo posible, apegados a sus valores y anteponiendo la credibilidad ya la transparencia a cualquier otro interés”, afirmó.
Así celebran los medios
Este 3 de mayo, el representante de la AMI de Colombia se reúne en la capital chilena con otros líderes de organizaciones periodísticas de renombre internacional para suscribir la “Declaración de Santiago + 30″. Este documento es el resultado de un encuentro promovido también por la Unesco, que vuelve a poner de relieve la importancia crucial en las sociedades democráticas de la libre expresión, que ahora enfrenta desafíos que abarcan desde la tecnología hasta la crisis ambiental.
A la reunión, alojada en la prestigiosa Universidad Católica de Chile, asisten delegados de entidades como la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), la Asociación Mundial de Editores de Noticias (WAN-IFRA) y el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ).
La Declaración de Santiago + 30 llama a una colaboración global para enfrentar las amenazas a la libertad de expresión, esencial para democracias saludables e informadas. “Un esfuerzo de colaboración” entre gobiernos, empresas tecnológicas, medios y la sociedad civil es vital para promover la libre expresión como un derecho humano fundamental, recalcan los firmantes.
De la misma manera, los medios adscritos a la Asociación Colombiana de Medios Informativos impulsarán su campaña Creemos en el periodismo, que llega en esta oportunidad por primera vez a España, gracias a la agencia de publicidad del país vasco Portavoz, que desarrolló dicho proyecto para AMI España en 2020. “Congrega medios y asociaciones de varios países alrededor de su compromiso con el periodismo y su misión de informar, así como con los valores que lo fundamentan”.
“Este esfuerzo parte de la necesidad de un auto examen permanente para mejorar en la prestación de este servicio, para llevar a las comunidades información cierta, clara y útil, destacando el valor de los buenos periodistas y del buen periodismo, entendiendo que esta es la mejor herramienta ciudadana para contrarrestar las noticias falsas y la desinformación que tanto daño hace a la convivencia en nuestras sociedades”, es parte del mensaje de la iniciativa.
Entidades como la AMI, que buscan proteger a los periodistas y defender la libertad de prensa, en ocasiones deben acudir a las instituciones “lamentablemente, con ruegos y súplicas y el dolor de la impotencia”, asegura Zitzmann. “Más que las entidades gremiales, las organizaciones para la libertad de prensa despliegan acciones y esfuerzos gigantescos, que infortunadamente no logran su cometido, porque la situación subsiste. Mire el caso de México y, de manera muy preocupante, lo que también está empezando a ocurrir en Colombia de manera cotidiana”, concluyó.