Por Adrián De los Santos
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El cuerpo sin vida en avanzado estado de descomposición y momificado, fue hallado la tarde de este lunes en el interior de una finca que se encuentra abandonada y quemada en la delegación de Ixtapa.
La finca, a decir de los vecinos, pertenece a quien fuera propietario de la tienda conocida como La Batalla y la cual se quemó hace varios años al igual que estaba casa que a su vez servía de negocio de venta de birria.
Las autoridades municipales llegaron al lugar de los hechos, en donde al confirmarse el hallazgo del cuerpo sin vida, acordonaron la zona y dieron intervención a las autoridades judiciales, mismas que llegaron rápidamente el lugar, para tomar nota de lo ocurrido.
Se dijo que se trataba de una mujer, a pesar de tener familia, vivía en condiciones de calle, debido a que estaba mal de sus facultades mentales, ya que dice la familia que hace tiempo le hicieron trabajos de brujería.
La mujer fue identificada como Fidela Curiel Bazán, de 42 años de edad, era vecina de la delegación de Ixtapa de donde además, era originaria.
Fue poco antes de las seis de la tarde de este lunes, cuando los elementos de la Policía Municipal fueron alertados que sobre la carretera 544, en la birriería abandonada del Batallo (por ser propiedad de quien fue dueño de la Batalla) apestaba mucho a mortura.
Asimismo, informaban que en esa finca vivía una mujer en condiciones de calle y que tenían mucho tiempo sin verla.
Ante estos hechos los elementos de la patrulla PV-280, llegaron al lugar en donde al ingresar a revisar, hallaron dentro de un pequeño cuarto, un cuerpo sin vida de una persona del sexo femenino, en avanzado estado de descomposición y además, momificado.
Los agentes acordonaron el lugar, llegando en esos momentos quien dijo llamarse Antonio Curiel, quien informaba que en esa casa estaba viviendo su hermana Fidela, por lo que dijo que era ella la fallecida.
Al lugar llegó personal de la Fiscalía del área de alto impacto, así como personal del grupo de homicidios y el grupo de peritos que participan en el protocolo de feminicidio, pues por cuestiones legales se aplicó este protocolo.
El lugar fue fijado, se captaron todos los presuntos indicios hallados en el lugar y más tarde, procedieron al levantamiento del cuerpo sin vida, mismo que fue llevado al Semefo para la necropsia de ley y determinar la causa real de su muerte.