Este importante órgano es el encargado de funciones como la desintoxicación, el metabolismo de las grasas y la regulación de sustancias químicas en la sangre
infobae.com
El hígado es uno de los órganos más importantes del cuerpo, encargado de funciones como la desintoxicación, el metabolismo de las grasas y la regulación de sustancias químicas en la sangre.
Sin embargo, el estilo de vida actual y dietas poco equilibradas han incrementado los casos de hígado graso, una enfermedad que, si no se trata, puede evolucionar a condiciones graves como la cirrosis hepática. De entre las opciones naturales para cuidar el hígado destaca una planta: la melisa, conocida tradicionalmente por sus beneficios antinflamatorios y desintoxicantes.
Melisa: la planta clave para evitar la cirrosis hepática
La melisa, también llamada toronjil, es una planta medicinal valorada por sus propiedades hepatoprotectoras y digestivas. En el caso del hígado graso, la melisa actúa reduciendo la inflamación hepática y estimulando la regeneración celular del hígado.
Es rica en antioxidantes, como los flavonoides, que ayudan a combatir el estrés oxidativo, un factor clave en la degeneración de las células del hígado. Además, favorece la secreción de bilis, un proceso que ayuda a metabolizar las grasas y eliminar toxinas del organismo.
Cómo consumirla
- Infusión de melisa: Hierve una taza de agua y añade una cucharada de melisa seca. Deja reposar por 10 minutos, cuela y bebe tibio después de las comidas principales.
- Puedes tomarla dos veces al día para mantener el hígado en óptimas condiciones.
Recomendación: Aunque la melisa es un apoyo natural, su consumo debe combinarse con una dieta balanceada, baja en grasas saturadas y azúcares, además de ejercicio físico regular.

5 plantas medicinales eficaces para depurar y cuidar el hígado
Estas plantas, respaldadas por la ciencia, destacan por sus beneficios en la detoxificación, regeneración y protección hepática, siendo aliadas fundamentales en el tratamiento y prevención de enfermedades del hígado.
1. Aloe vera o sábila
El gel de aloe vera es conocido por sus propiedades desintoxicantes y antiinflamatorias. Ayuda a limpiar el hígado al eliminar toxinas acumuladas y estimular la función biliar. Además, su contenido de antioxidantes contribuye a regenerar las células hepáticas y reducir la inflamación en casos de hígado graso.
Recomendación: Toma un pequeño vaso de jugo de aloe (50 ml) mezclado con agua en las mañanas, pero evita el exceso, ya que puede tener un efecto laxante.
2. Alcachofa
La alcachofa es una planta clave para la salud hepática gracias a su contenido de cinarina, un compuesto que estimula la producción de bilis, lo que facilita la digestión de grasas y la eliminación de toxinas. También protege al hígado contra el daño causado por agentes externos, como el alcohol y ciertos medicamentos.
Recomendación: Toma infusiones de hojas de alcachofa o incorpora este vegetal regularmente en tu dieta.

3. Diente de león
El diente de león es un poderoso depurador del organismo que estimula la función hepática y biliar. Sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias ayudan a desintoxicar el hígado, protegiéndolo de daños y facilitando la eliminación de grasas acumuladas.
Recomendación: Prepara una taza de té utilizando sus raíces o hojas secas. Bebe una vez al día.
4. Hinojo
El hinojo es conocido por sus propiedades digestivas y depurativas. Ayuda a reducir la inflamación del hígado y permite que las grasas se procesen de manera más eficaz. Su acción antioxidante también protege las células hepáticas contra el daño oxidativo.
Recomendación: Toma una infusión de hinojo después de las comidas para potenciar la digestión y apoyar la función hepática.
5. Melisa
Además de los beneficios mencionados, la melisa también es altamente efectiva para aliviar el estrés, un factor que puede contribuir al deterioro de la salud hepática. Es un gran complemento en el tratamiento del hígado graso, gracias a su capacidad para desinflamar y mejorar el equilibrio digestivo.
Aunque estas plantas pueden ser excelentes aliadas para el cuidado del hígado, es fundamental recordar que no son productos milagrosos ni sustituyen el consejo médico o el tratamiento farmacológico. Siempre consulta con un doctor, nutriólogo o dietista antes de incorporar suplementos o tratamientos a base de plantas, especialmente si ya presentas una enfermedad hepática.

Además, mantener una dieta equilibrada, evitar el consumo excesivo de alcohol, realizar actividad física y reducir el estrés son pasos clave para proteger la salud hepática y prevenir complicaciones graves como la cirrosis.