La periodista habló sobre cómo sus libros han capturado la atención de figuras prominentes del narcotráfico
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Anabel Hernández, reconocida periodista especializada en la cobertura y análisis del crimen organizado, compartió reflexiones sobre sus dos décadas de trayectoria investigando estas estructuras criminales durante una reciente entrevista en el programa “Largo Aliento” de Sabina Berman.
La periodista ha dedicado una parte considerable de su carrera a desentrañar las complejidades del mundo criminal, según ella con el objetivo de entenderlo a fondo y poder, eventualmente, contribuir a su desmantelamiento.
La autora de “Los señores del narco” explicó cómo su incursión en el ámbito del crimen organizado se caracterizó por una serie de descubrimientos sucesivos, donde abrir una puerta le llevaba a enfrentarse con nuevas realidades a explorar.
Esta búsqueda de conocimiento se ha convertido en la piedra angular de su motivación, enfocándose en comprender cada aspecto del narcotráfico para desarticularlo de manera efectiva.
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“Llevo 20 años investigando este mundo criminal. Entré de la nada, fue como tocar puertas en un juego donde al abrir una, se abre otra. He entendido que mi motivación es entender. Quiero saber qué hay dentro de ese mundo, de qué está compuesto, hasta entender la más mínima molécula. Deseo adentrarme en el cerebro de estas personas para poder desarticularlas”, confesó.
¿Historiadora del narco?
A lo largo de la entrevista, Sabina Berman la destacó como una figura historiadora dentro de las comunidades criminales que investiga, a lo que ella apuntó que es un rol no buscado pero asumido, que refleja la búsqueda de identidad y narrativa propia entre los miembros de estos grupos, quienes ven en su trabajo una ventana hacia la verdad o, en algunos casos, una plataforma para la venganza.
“He notado que para ellos, también soy una historiadora; esto es un subproducto de mi trabajo. No lo hice para que ellos leyeran sus historias, pero tienen una necesidad de identidad y de narrar su propia historia”, aseveró.
Anabel Hernández también citó ejemplos específicos donde sus publicaciones han capturado la atención de figuras prominentes dentro del narco, como el Cártel de Sinaloa, indicando cómo sus libros son discutidos y analizados extensivamente dentro de estos círculos.
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“Saben que cuando se hacen decomisos en casas de jefes del narco, encuentran mis libros. Damaso López Serrano me contó cómo el libro ‘El Traidor’ fue un cisma en el Cártel de Sinaloa. No había integrante que no tuviera el libro y lo comentara, incluyendo a ‘El Mayo’ Zambada. Lo mismo ocurrió con el libro sobre “Ema y las otras señoras del narco”; todos querían ver si aparecían en él y en qué contexto. Hay quienes dicen que a veces tengo más información que los propios cárteles porque yo veo el todo. Ellos viven en pequeños núcleos”, indicó.
La periodista no dudó en criticar la práctica de ciertos medios internacionales que, en su afán por retratar el narco de manera espectacular, llegan a pactar con narcotraficantes para conseguir imágenes impactantes, desviándose de la ética periodística.
Apuntó que ha escuchado a televisoras que llegan a México buscando un ‘Road show’ de muerte, droga, sexo y poder, y llegan a pagar a narcotraficantes para que les preparen un set. Frente a esta situación, Hernández reafirmó su compromiso con la verdad y la integridad, principios que, a decir de ella, rigen su labor periodística, enfatizando la importancia de la verificación y el contraste de la información recabada.
La contribución de Anabel Hernández al periodismo sobre crimen organizado no sólo ha arrojado luz sobre las operaciones y las estructuras de estos grupos sino que también ha planteado una discusión más amplia sobre la responsabilidad de los medios en la representación de la violencia y el narcotráfico.
