Por Paty Aguilar
Este sábado 1 de diciembre 2018, empieza el Docenario para la celebración de Nuestra Señora de Guadalupe, se trata de las tradicionales Fiestas Patronales de Puerto Vallarta, Jalisco. En esta ocasión, arribaran a la Parroquia 323 peregrinaciones procedentes de las colonias del puerto, así como de municipios aledaños tanto de Jalisco como de Nayarit y de los Hijos Ausentes que por diversos motivos se fueron a radicar a otras ciudades del país y del extranjero, pero que cada año se reúnen para felicitar y dar gracias a la Virgen Morena del Tepeyac.
Un día antes, elementos de Protección Civil, terminaron de adornar la fachada de la parroquia y revisaron cuidadosamente los puestos de comida de la plaza pública, así como de las calles de la zona centro para garantizar la seguridad de los miles de peregrinos y turistas nacionales y extranjeros que se darán cita en estas fiestas guadalupanas como cada año.
Asimismo, por segundo año consecutivo, la peregrinación de los servidores de la iglesia, se llevó a cabo un día antes de la programación del resto de las peregrinaciones, esto con la finalidad de rendir tributo y sus servicios a la Virgen Morena a plenitud, para estar al cien por ciento dispuestos para apoyar y respaldar a las peregrinaciones al día siguiente y durante los doce días de fiesta en honor de la virgen Morena.
El padre, Roberto Cordero, exhortó a la grey católica a participar con alegría y entusiasmo y dio a conocer que en este año, durante el Sínodo de los Obispos que se celebró el pasado mes de octubre, se reflexionó sobre los jóvenes, por lo que se planteó como tema para esta celebración en Honor de Nuestra Señora de Guadalupe 2018 “Una Iglesia Fraterna, Solidaria y Unida con sus Jóvenes».
Se espera la llegada de más de 100 mil peregrinos. Son estos primeros días de diciembre 2018 hasta el día 12, de gran alegría y devoción católica en los cuales miles de trabajadores y cientos de familias, se acercan a la Parroquia para dar gracias por los favores recibidos durante el año y recibir la bendición de las manos de los sacerdotes para el año siguiente.
