En Villas Rio
Padres de familia, dan el mal ejemplo a sus hijos.
En el fraccionamiento Villas Rio, envían a sus hijos tirar la basura fuera del horario establecido por el gobierno municipal en cada una de las colonias.
Esta mañana, vecinos de dicho núcleo poblacional, captaron a un padre de familia, quien a bordo de su vehículo llevaba en el cofre una enorme bolsa de color blanca en cuyo interior había basura, principalmente restos de comida.
Eran poco después de las 9 de la mañana, el automóvil se detuvo en la zona acordada para que vecinos tiren basura a las 7 de la noche.
Del vehículo bajó un niño de aproximadamente 8 años de edad, quien por indicaciones de su señor padre, tomó la bolsa de basura y la aventó sobre la banqueta.
Segundos después se fueron hacia la avenida de Los Grandes Lagos en Fluvial Vallarta.
En Puerto Vallarta, un problema creciente ha llamado la atención de los ciudadanos: la irresponsabilidad de algunos padres de familia que, en lugar de enseñar a sus hijos a respetar las normas de convivencia y limpieza urbana, los envían a tirar bolsas de basura en las banquetas fuera del horario de recolección establecido por el gobierno municipal.
Esta práctica no solo contribuye a la acumulación de desechos en las calles, sino que también promueve la falta de respeto por el espacio público, afectando la estética de la ciudad y generando un ambiente de desorden y suciedad en diversas zonas de la ciudad.
El problema se vuelve más grave cuando se observa que los niños, al estar en formación, aprenden este comportamiento como algo normal, sin comprender las consecuencias que acarrea.
Mientras tanto, las autoridades municipales siguen haciendo esfuerzos por mantener la ciudad limpia y ordenada, implementando horarios específicos para la recolección de basura.
Sin embargo, la falta de responsabilidad por parte de los padres de familia debilita estos esfuerzos y provoca que las calles, especialmente en áreas residenciales, se vean invadidas por bolsas de basura y otros desechos fuera de lugar, lo cual no solo afecta la imagen de Puerto Vallarta, sino que también pone en riesgo la salud pública.
El impacto de esta falta de conciencia y responsabilidad se extiende más allá de la apariencia estética, ya que la basura acumulada puede generar problemas de higiene, atraer plagas y obstruir las vías públicas.
Los padres de familia tienen la responsabilidad de educar a sus hijos sobre la importancia de mantener la ciudad limpia y de respetar los horarios establecidos para la recolección de residuos.
De no cambiar esta conducta, la ciudad seguirá enfrentando dificultades para mantener un entorno saludable y seguro para todos sus habitantes.
Es crucial que se fomente una cultura de civismo y respeto por el bien común desde una edad temprana, para evitar que estas malas prácticas se perpetúen en el futuro.
