Isabel Espino rompió esquemas al completar su licenciatura en un tiempo récord. Una brillante carrera académica la impulsa hacia nuevos horizontes con ambiciosos planes futuros
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A los 18 años la mayoría de los jóvenes están decidiendo qué carrera estudiar o apenas iniciando su vida universitaria. Sin embargo, hay casos excepcionales que rompen moldes e invitan a cuestionar lo que consideramos “normal”.
Tal es el caso de Isabel Espino, quien está próxima a graduarse como licenciada en Ciencias de la Computación por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Con una licenciatura bajo el brazo, a una edad en la que muchos aún no saben qué camino tomar. ¿Cómo es posible alcanzar esta meta en tan poco tiempo?
¿Cómo logró esta hazaña?
Isabel Espino tiene 18 años y está a punto de graduarse en Ciencias de la Computación en la Facultad de Ciencias de la UNAM. Aunque se percibe como una estudiante común, disfrutando de su tiempo con amigos, su notable inteligencia le ha permitido alcanzar este extraordinario logro académico a una edad muy temprana.
La estudiante demostró una capacidad intelectual sobresaliente desde niña. Tras terminar la primaria, optó por cursar la secundaria abierta, la cual completó en solo tres meses mientras se preparaba para el examen de ingreso a la preparatoria.
A los 13 años, obtuvo un impresionante puntaje de 121 sobre 128 aciertos, logrando así su admisión al Plantel 6 “Antonio Caso” de la UNAM. Este temprano logro académico marcó el inicio de una trayectoria excepcional.
“Me gustaba el diseño y deseaba ser arquitecta. Leyendo descubrí que los científicos computacionales no sólo programaban, sino que diseñaban algoritmos, lógicas de programas y software, es decir, usaban las matemáticas para diseñar, y el sólo pensar que yo podía hacer lo mismo me pareció apasionante”, mencionó la estudiante respecto a su elección de carrera a la revista UNAM Global.
Su ingreso a la universidad
A los 16 años, Isabel Espino ingresó a la Facultad de Ciencias de la UNAM, adelantando materias impulsada por su deseo de aprender más. Sin embargo, su camino no fue sencillo. Como cualquier estudiante, enfrentó momentos difíciles: hubo temas que no comprendía del todo, pasaba noches con poco descanso, cometía errores al programar y, en ocasiones, incluso pensó en rendirse.
“Hay días en los que te rompes, momentos en los que dices ‘no puedo más, ya no quiero esto, no lo entiendo’; sin embargo, al final vale la pena”, comentó para UNAM Global.
El apoyo de profesores y sus padres fue fundamental para lograrlo, pues en los momentos donde cursó más materias le dedicaba casi todo el día a su estudio. “La magia de las matemáticas y las ciencias de la computación me hicieron avanzar en esta carrera con rapidez”, explicó.
Gracias a su dedicación y capacidad ha mantenido un promedio sobresaliente de 9.7, lo que le permitió optar por titularse vía excelencia académica.
Con este logro, Isabel no se detiene: tiene planes de continuar su formación académica, ya que aspira a realizar una maestría y, eventualmente, un doctorado, buscando siempre expandir sus conocimientos y seguir avanzando en su carrera.
Hoy en día trabaja para una empresa de Reino Unido como directora de tecnología desarrollando software y también es profesora adjunta de dos materias: Computación distribuida y Computación concurrente.
Espino busca seguir dando clase y eventualmente convertirse en profesora para mostrarle a las nuevas generaciones aquello que sus profesores le mostraron a ella: “que las matemáticas tienen magia”
“La Universidad me lo ha dado todo. Mis aspiraciones se las debo a la UNAM y quiero regresarle tantito de lo que me ha brindado, pues me ha abierto puertas en todos lados, incluso del otro lado del mundo”, mencionó la joven para la que el futuro plantea cosas aún más grandes de las que hasta ahora logró.