Por Mauricio Lira Camacho
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Más jóvenes en drogadicción.
Avenida de ingreso. Lamentable espectáculo sobre Francisco Medina, ya que cada día es más frecuente observar a una cantidad considerable de jóvenes, en abandono y estado total de drogadicción.
Principalmente los fines de semana, en el corredor de los linderos de los puentes vehiculares del río Pitillal, hasta la altura de la unidad deportiva, Agustín Flores Contreras.
En la gráfica de hoy, captada por el lente de este medio de comunicación, es evidente observar la figura de un joven de escasos recursos económicos, de entre 15 y 17 años de edad, en complera drogadicción.
Se encontraba en el camellón a la altura de las instalaciones del instituto mexicano del seguro social, IMSS, número 42 en avenida central.
Su mirada perdida, una mano libre pero con la otra sostenía una estopa quizá con thinner, la cual se llevaba constantemente a la nariz y boca.
Una de las formas más iniciales de drogarse entre los jóvenes de pobreza extrema.
A este chico no se le había visto por la zona, muchos automovilistas lo veían con asombro, algunos pensaron que estaba en dicho punto pues estaba a punto de cruzar la avenida de un lugar a otro, pero no lo hacía. Otros que aprovechaba esa esquina para pedir dinero a los automovilistas, una vez que estuviera la luz roja del semáforo, pero no se acercaba con los conductores.
Lo único que hacía en pocos segundos era llevarse la estopa a la nariz, dejarla un poco tiempo, medio caminar, sostenerse de la estructura de metal y sentarse, viendo al cielo.
Así como la presencia de este joven, existen otros a lo largo de la avenida de ingreso, Francisco Medina.
En igual circunstancia, siempre con un tipo de adicción, de droga o de ingerir alcohol todo el día, sin que la autoridad se encargue de un operativo de prevención, para evitar que estas personas no tengan un accidente de fatales consecuencias.