Por Paty Aguilar
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Abogado de Puerto Vallarta, descuido un juicio civil lo que generó que un juez de esa ciudad, dictara arresto por 36 horas a su defendida, una señora adulta mayor de 78 años de edad vecina del Porvenir, Bahía de Banderas, Nayarit. Esto porque al no atender las notificaciones que debió haber recibido el abogado, no se atendieron audiencias así como pago de multas, lo que generó que el juez ordenara la privación de su libertad por 36 horas, lo que provocó un gran susto a la señora que de inmediato se le subió la presión y su cuerpo empezó a temblar.
Sin embargo, la policía municipal, cumplió con el ordenamiento judicial y la trasladó a la cárcel municipal hasta donde llegó la familia visiblemente preocupada por su salud.
De manera inmediata, la familia llamó al licenciado, Adán Esparza Hurtado, para atender el asunto. Debido a la edad de la señora y su estado de salud que la ha hecho perder su visión de manera parcial y dada su reacción ante el arresto, el abogado pidió al responsable de la cárcel, la intervención del médico para que la auscultara ya que su familia temía, por su condición, le pasara algo grave, sin embargo, ante la ausencia del médico con al cual no pudieron localizar, mediante escrito, el abogado solicitó que el arresto fuera en un hospital tomando en cuenta que la cárcel no cuenta con lo necesario para atender a la señora.
Ante la notoria afectación de la señora que estaba temblando de sus manos y pies, se decidió que fuera trasladada a un hospital privado donde estaría bajo la custodia de una policía y por su estado de salud, como acompañante, una de sus hijas hasta cumplir ahí las 36 horas de arresto que ordenó el juez.
Al respecto, el abogado consideró que el ordenamiento del juez fue severo contra una adulta mayor de 78 años de edad, porque fue tajante en su orden, sin dar pie a pago de fianza, con lo cual, opinó que se le estaba privando a la señora de sus derechos que como adulta mayor tiene, tomando en cuenta que no es delito grave lo que se le está imputando, además de que, claramente, fue una falla del abogado defensor, no de la señora.
