Puente del río Cuale
Majestuosa la imagen de la Corona de Nuestra Señora de Guadalupe en el centro de Puerto Vallarta.
Aquí, desde el puente vehicular y peatonal de la isla del río Cuale.
En el corazón de Puerto Vallarta, la iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe se alza con una majestuosidad que captura la atención de todos los que pasan por su puerta.
Su característica corona de metal dorado, que se eleva sobre la cúpula, brilla intensamente bajo el sol tropical, convirtiéndose en un símbolo icónico de la ciudad.
Cada mañana, los rayos del sol juegan con su superficie, creando destellos que reflejan la riqueza cultural y espiritual de la región.
La corona, que data de la restauración de la iglesia en el siglo XX, representa no solo la devoción de los fieles, sino también la historia y tradiciones que han perdurado a lo largo de los años.
Los turistas y locales se detienen a admirar su diseño intrincado, que combina elementos neoclásicos y barrocos, evocando un sentido de asombro ante la destreza artesanal que la elaboró.
Desde cualquier rincón de la plaza, la imagen de la corona se destaca, ofreciendo un espectáculo visual que invita a la reflexión y al aprecio.
Durante las festividades religiosas, la iglesia se convierte en un centro de actividades, y la corona brilla aún más intensamente, adornada con flores y luces.
La comunidad se reúne para rendir homenaje a su patrona, creando un ambiente de alegría y espiritualidad.
Así, la iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe, con su majestuosa corona, no solo embellece el paisaje urbano, sino que también simboliza la fe y la unidad de un pueblo que celebra sus raíces en cada rincón de la ciudad.
