Durante la primera semana de peregrinaciones, los fieles católicos expresan su devoción a través de cánticos, danzas y procesiones en honor a la Virgen de Guadalupe, fortaleciendo los lazos espirituales y culturales en la comunidad.
Por Lorena Moguel
Durante la primera semana de las peregrinaciones en Puerto Vallarta, la devoción y la fe cristiana se hacen presentes a través de un profundo acto de unidad y espiritualidad. Los fieles católicos recorren las calles con cánticos, danzas y oraciones, llevando ofrendas y rindiendo tributo a la Virgen de Guadalupe, símbolo de esperanza y amor para millones de personas en México y el mundo.
Estas peregrinaciones no solo representan una tradición arraigada en la comunidad, sino que también son un momento de reflexión y agradecimiento. Para muchas familias, participar en estas procesiones es una oportunidad para fortalecer los lazos espirituales, pedir por la salud, el bienestar y la paz, o simplemente expresar su gratitud por las bendiciones recibidas.
El peregrinar se convierte en un testimonio vivo de fe, uniendo a generaciones en un camino compartido de devoción. Las danzas tradicionales y los cánticos que acompañan el recorrido reflejan la riqueza cultural y religiosa de esta festividad, que trasciende el ámbito espiritual para convertirse en una celebración colectiva que llena de color y fervor las calles de la ciudad.