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La noche que “El Chino Ántrax” desafío a Iván Archivaldo Guzmán en un antro: una afrenta con sello de muerte

Las dos hipótesis sobre el asesinato de José Rodrigo Aréchiga Gamboa apuntan al corazón del Cártel de Sinaloa e implican a “Los Chapitos” y a “Los Mayos”

infobae.com

La muerte de José Rodrigo Aréchiga Gamboa “El Chino Ántrax” sigue rodeada de misterio bajo las sospechas de que el brazo de la venganza del Cártel de Sinaloa lo alcanzó.

Luego de trabajar como jefe de sicarios de Ismael “El Mayo” Zambada y de ser guardaespaldas de dos de sus hijos, primero de Ismael Zambada Imperial “El Mayito Gordo” y luego de Vicente Zambada Niebla; “El Chino Ántrax” probó suerte (con éxito) en el trasiego de drogas hacia los Estados Unidos, pero siguió siendo el líder de los matones del Mayo.

Su carrera dentro del Cártel de Sinaloa seguía viento en popa hasta que en diciembre de 2013 Aréchiga Gamboa fue detenido en Holanda y extraditado a la Unión Americana. Ahí comenzó su desgracia.

Cooperó con las autoridades estadounidenses para reducir su condena y purgar cinco años en libertad condicional. A cambio otorgó información del Cártel encabezado por “El Mayo”. Pero luego de permanecer en prisión domiciliaria en San Diego, California, escapó.

Sin embargo, cometió el grave error de regresar a Culiacán, en donde tenía cuentas pendientes con el Cártel de Sinaloa. Lo pagó con la vida.

Las hipótesis

Tras su regreso a Culiacán, el ex jefe de sicarios de “El Mayo” se escondió en la colonia Guadalupe Victoria, al oriente de Culiacán, sede del poder criminal de “Los Ántrax”. Pese a ello, lo secuestraron en medio de una lluvia de balas, lo golpearon y lo mataron.

Su cuerpo, junto al de su hermana Ada Jimena y su cuñado Juan Guillermo García, fueron encontrados en la localidad de Ayuné, municipio de Culiacán, gracias a una llamada anónima.

De acuerdo con el Semanario Zeta, hay dos hipótesis sobre la muerte del Chino Ántrax y ambas apuntan al Cártel de Sinaloa, organización criminal que vive una purga interna.

La primera de ellas señala a “Los Chapitos”, sobre todo a Iván Archivaldo Guzmán con su cabecilla operativo y jefe de sicarios, Néstor Isidro Pérez Salas “El Nini”.

Según el medio, a finales de 2013, Aréchiga Gamboa se enfrentó a Iván Archivaldo Guzmán Salazar en un antro de Culiacán. “El Chapito” pidió a “El Mayo” que entregara a su jefe de sicarios, pero no lo hizo. Sin embargo lo sacó temporalmente de Sinaloa para evitar más problemas.

Fue así como “El Chino Ántrax” terminó inmiscuido en el asesinato de Francisco Arellano Félix el 18 de octubre de ese año en Los Cabos, Baja California Sur. Poco más de dos meses después, el 30 de diciembre de 2013, Aréchiga Gamboa fue detenido en el aeropuerto de Ámsterdam.

Pero además, “El Chino Ántrax” habría sido testigo protegido en el juicio contra Joaquín “El Chapo” Guzmán, sentenciado a cadena perpetua el 17 de julio de 2019. Luego de la tercera detención y extradición de su padre, Iván Archivaldo y Jesús Alfredo Guzmán se empoderaron al enfrentarse y ganar la lucha en contra de Dámaso López Núñez “El Licenciado” (detenido en mayo de 2017 y extraditado en julio de 2018) y su hijo Dámaso López Serrano “El Mini Lic”, quien se entregó a la DEA estadounidense en julio de 2017.

También se encuentra el enfrentamiento público con “El Mayo” a partir de noviembre de 2018, cuando el abogado de “El Chapo”, Jeffrey Lichtman, empezó a declarar que el verdadero jefe del Cártel de Sinaloa era Ismael Zambada García “El Mayo” y el dominio criminal que ampliaron con el triunfo de Iván Archivaldo Guzmán sobre el Gobierno encabezado por Andrés Manuel López Obrador el 19 de octubre de 2019, cuando a fuerza de balaceras y amenazas, logró que su medio hermano, Ovidio Guzmán, detenido por la Policía Federal, fuera liberado.

A ello también hay que sumar las decenas de muertes en Culiacán provocadas por el enfrentamiento del jefe de sicarios de “Los Chapitos” contra Miguel Ángel Gaxiola y/o Jesús Alejandro Sánchez “El Ruso”, sicario y jefe de seguridad de “Los Mayos” ocurrido entre octubre de 2019 y abril de 2020, en Culiacán.

La segunda hipótesis apunta justamente a “Los Mayos”, hijos y operadores criminales de Ismael “El Mayo” Zambada. El asesinato del “Chino Ántrax” estaría relacionado con la información que proporcionó al gobierno estadounidense sobre el modus operandi del grupo, el sistema de lavado de dinero, así como la identidad de los operadores, contactos y rutas con Colombia, Guatemala, Belice, Costa Rica, Panamá, Honduras, Asia y Europa.

Además de su relación y contactos con las pandillas de Chula Vista y National City en San Diego California, que llevan la droga de ese cártel hacia San Francisco, Chicago y Los Ángeles, y el Norte de California.

De acuerdo con un investigador local que habló con el semanario, Aréchiga Gamboa “no hubiera regresado a Sinaloa si no creyera que tenía la protección de su jefe. Incluso si los homicidas hubieran sido gente de ‘Los Chapitos’, o de ‘Los Beltrán Leyva’, ese asesinato no hubiera sido posible si los Zambada no lo hubieran dejado solo”, aseguró.

Luego de la extradición del “Chino Ántrax” a Estados Unidos, en octubre de 2014 y en plena campaña de reelección, la procuradora general de California, Kamala D. Harris, anunció el desmantelamiento de las dos principales pandillas que distribuían la droga de “Los Mayos” y que tenían negociaciones directas con Aréchiga Gamboa: “Los Nitros” y “Los Urtiz” al sur de California.

El medio señaló que esto fue parte de la operación “Narco Polo”, en la cual el 16 de enero de 2015, la Fiscalía para el Distrito Sur de California desclasificó 14 acusaciones formales que existían desde 2013 contra 60 miembros del Cártel de Sinaloa, entre estos “El Mayo” Zambada y sus hijos Ismael Zambada Imperial “El Mayito Gordo” (12 de noviembre de 2014) e Ismael Zambada Sicairos “El Mayito Flaco”; el primogénito de “El Chapo”, Iván Archivaldo Guzmán Salazar y Rodrigo Aréchiga, entre otros.

Tras la colaboración del “Chino Ántrax” con las autoridades estadounidenses, el Juez Dana Makoto Sabraw lo sentenció a 87 meses de prisión (siete años y tres meses), de los cuales, a ese momento, ya había cumplido prácticamente seis años. Posteriormente debía permanecer en San Diego, California por otros cinco años en libertad condicional.

Versiones extraoficiales apuntan que, en calidad de testigo protegido, la llegada de “El Chino Ántrax” a Culiacán era para facilitar a la Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) la captura de “El Mayo” Zambada.

Tan sólo diez días después de que se dio a conocer su fuga, el cuerpo del “Chino Ántrax” fue encontrado en una camioneta abandonada en el poblado de Ayuné.

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