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JUEVES, 7 de noviembre de 2024 (HealthDay News) — Las personas mayores que se sienten somnolientas durante el día y les resulta difícil reunir entusiasmo por las actividades podrían tener un riesgo más alto de una afección cerebral que precede a la demencia, advierte un estudio reciente.
Estos problemas relacionados con el sueño se asocian con el «síndrome de riesgo cognitivo motor», una afección previa a la demencia que provoca una velocidad lenta al caminar y algunos problemas de memoria, explicaron los investigadores.
Las personas con somnolencia diurna excesiva y falta de entusiasmo tienen más de tres veces más probabilidades de desarrollar este síndrome, en comparación con las personas sin esos problemas relacionados con el sueño, reportaron los investigadores en la edición del 6 de noviembre de la revista Neurology.
«Se necesita más investigación para observar la relación entre los problemas del sueño y el deterioro cognitivo, y el rol que desempeña el síndrome de riesgo cognitivo motor», planteó la investigadora , la Dra. Victoire Leroy, del Colegio de Medicina Albert Einstein, en la ciudad de Nueva York. «También necesitamos estudios que expliquen los mecanismos que vinculan estos trastornos del sueño con el síndrome de riesgo cognitivo motor y el deterioro cognitivo».
Para el estudio, los investigadores reclutaron a 445 personas, con una edad promedio de 76 años, sin demencia. Estas personas mayores completaron cuestionarios sobre hábitos de sueño y problemas de memoria, y su velocidad al caminar se evaluó repetidamente en una cinta de correr
Alrededor de 177 personas cumplían con la definición de personas que dormían mal, y 268 cumplían con la definición de personas que dormían bien.
Al inicio del estudio, 42 personas tenían síndrome de riesgo cognitivo motor. Durante el seguimiento promedio de tres años, otras 36 personas desarrollaron la afección.
Alrededor de un 36 por ciento de los adultos mayores con somnolencia diurna excesiva y falta de entusiasmo desarrollaron el síndrome, en comparación con alrededor de un 7 por ciento de las personas sin esos problemas relacionados con el sueño.
Aun así, el estudio no puede probar un vínculo directo entre estos problemas relacionados con el sueño y el síndrome de predemencia, anotaron los investigadores.
Sin embargo, sí demuestra que un buen sueño probablemente protegerá la salud cerebral de una persona en la vejez, apuntaron los investigadores.
«Nuestros hallazgos enfatizan la necesidad de evaluar los problemas del sueño», dijo Leroy en un comunicado de prensa de la Academia Americana de Neurología (American Academy of Neurology). «Existe la posibilidad de que las personas puedan obtener ayuda con sus problemas de sueño y prevenir el deterioro cognitivo más adelante en la vida».