La alerta dada desde el buque que provocó el derrumbe permitió que se frenara la entrada de vehículos a la zona y se salvaran vidas, pero en el lugar había una cuadrilla que estaba reparando el asfalto. La operación de búsqueda se reanudará este miércoles
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Seis trabajadores de la construcción murieron en el derrumbe la madrugada de este martes de un gigantesco puente de la ciudad de Baltimore (Maryland, EE.UU.) después de que un portacontenedores perdiera el control y chocara con la infraestructura.
El accidente se registró hacia las 01:30 hora local (05:30 GMT), y según los primeros indicios, el carguero Dali perdió propulsión y terminó encastrado contra el puente levantado en 1977, por el que cruzan unos 35.000 vehículos al día y que saltó a la fama en el pasado como escenario de la serie “The Wire”.
La alerta dada por el propio buque permitió que se frenara la entrada de vehículos a la zona y se salvaran así vidas, pero en el lugar había trabajadores que estaban reparando el asfalto: dos resultaron heridos, uno de ellos grave, y otros seis siguen desaparecidos.
Entre las víctimas, cuya búsqueda con esperanza de vida se dio por finalizada ayer, hay guatemaltecos, hondureños, salvadoreños y mexicanos, dijeron diplomáticos de los tres países y una organización no gubernamental.
Uno de ellos fue identificado como Maynor Yassir Suazo Sandoval, según confirmó la Secretaría de Relaciones Exteriores de Honduras.
Suazo cumplía su turno de noche en el puente, donde “el accidente la sorprendió”, dijo el vicecanciller hondureño, Antonio García, al Noticiero TN5, en Tegucigalpa.
Agregó que el Gobierno que preside Xiomara Castro se ha comunicado con la familia de Suazo en Honduras y que hay una disposición oficial de repatriar sus restos, si así lo deciden sus familiares.
Suazo, de 39 años, era originario de Azacualpa, departamento de Santa Bárbara, en el oeste de Honduras, y llevaba 18 años viviendo en Estados Unidos, señaló García.
Dijo además que la compañía para la que trabajaba Suazo se comunicó con su familia luego del accidente.
Era un hombre casado y padre de dos hijos: un hijo de 18 años y una hija de 5 años, le dijo su hermano a CNN.
También se confirmó la muerte de dos guatemaltecos, un hombre de 26 años originario de San Luis (Petén) y otro de 35, de Camotán (Chiquimula), según anunció el Ministerio de Exteriores de Guatemala.
Por su parte, el Consulado de México en Washington también confirmó que hay ciudadanos mexicanos desaparecidos, pero no concretó el número exacto ni dio detalles sobre sus identidades. La sede diplomática agregó que entre las víctimas había también ciudadanos salvadoreños.
Aunque por el momento no hubo confirmación por parte de las autoridades de El Salvador, se trataría de Miguel Luna, según un comunicado de CASA, una organización sin fines de lucro que brinda servicios críticos a inmigrantes y familias de clase trabajadora.
“Miguel Luna, de El Salvador, salió a las 6:30 p. m. del lunes por la tarde para ir a trabajar y no ha regresado a casa”, dice el comunicado. “Es esposo, padre de tres hijos y ha considerado a Maryland su hogar durante más de 19 años”, según el comunicado.
“Completamente imprevisto”
Un ejecutivo de la empresa que empleaba a los desaparecidos, Brawner Builders, explicó que en el momento del derrumbe estaban trabajando en el centro del puente.
“Esto era completamente imprevisto”, dijo Jeffrey Pritzker, vicepresidente ejecutivo de la empresa. “No sabemos qué más decir. Estamos muy orgullosos de la seguridad, y tenemos conos, letreros, luces, barreras y señalizadores”.
Jesús Campos, quien ha trabajado en el puente para Brawner Builders y conoce a miembros de la cuadrilla, relató que le dijeron que estaban en un descanso y que algunos estaban sentados en sus camiones cuando el puente se vino abajo.
“Sé que hace un mes yo estaba allí, y sé lo que se siente cuando pasan los camiones”, comentó. “Imagínate saber que se está cayendo. Es tan duro que uno no sabría qué hacer”.
El padre Ako Walker, un sacerdote católico en la iglesia del Sagrado Corazón de Jesús, dijo que pasó tiempo con los familiares de los trabajadores desaparecidos mientras esperaban noticias de sus seres queridos.
“Se puede ver el dolor en sus rostros”, indicó.