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CIUDAD DE MÉXICO (apro).- María Guadalupe Guzmán Romo, madre de Miguel Orlando Muñoz Guzmán, desaparecido el 8 de mayo de 1993, exigió una vez más “la pronta presentación con vida de mi hijo”, quien, subrayó, fue visto por última vez dentro de las instalaciones del 26 Batallón de Infantería en Ciudad Juárez, Chihuahua.
En una carta pública, difundida por la Comisión Mexicana de Defensa Y Promoción de los Derechos Humanos (CMDPDH), Guzmán Romo lanza varias preguntas al presidente Enrique Peña Nieto y al titular de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), Salvador Cienfuegos:
“¿Por qué no han querido esclarecer la desaparición forzada de mi hijo? ¿Les ha quedado grande el cargo? ¿Por qué no han querido reconocer que dentro de las fuerzas armadas están los que cometen violaciones a los derechos humanos, en contra no sólo de civiles, sino también de los propios militares? Y todo por quitar de su camino a aquellos que afectan sus intereses personales”.
En su carta, María Guadalupe destaca el dolor que ha sufrido durante 25 años, “el peor dolor que puede pasar una madre: la desaparición forzada de un hijo. Digo que es el peor dolor, porque la incertidumbre de lo que estará pasando, sufriendo mi hijo, es una tortura diaria que me está carcomiendo el alma”.
Añade: “El no tener respuesta por parte de las autoridades encargadas de investigar, ya que cada entidad ha desistido de investigar argumentando que no tienen la ‘competencia para hacerlo’ y se tiran la bolita entre la Procuraduría General de Justicia Militar, la Fiscalía General de Justicia del estado de Chihuahua y la Procuraduría General de la República”.
Ninguna de de esas instancias, precisa, ha tenido la capacidad de investigar, “o deberían decir que se han visto imposibilitadas (por órdenes superiores) para seguir con la investigación una vez que han encontrado indicios que determinan que hay altos mandos militares involucrados en la desaparición forzada”.
Tras señalar a varios militares, entre ellos el teniente coronel Pedro Gutiérrez López, el teniente de Infantería Edwin Tonatiuh Ruiz Bravo, el capitán José de Jesús Morales García, el coronel Jorge Carrasco Reyes, “y principalmente al comandante de la V zona militar, general de División Luis Montiel López, quien amenazó a mi hijo, siendo comandante de la partida militar de Nuevo Casas Grandes, Chihuahua”, la mujer sostiene que todos ellos, “cómplices de la desaparición forzada de mi hijo, se confiaron demasiado, pensaron que creeríamos su cuento de que mi hijo había desertado”.
Pero, subraya, “cómo creer que había desertado si siempre vi con mucho orgullo cuando mi hijo, quien desde muy pequeño decía que iba a ser general, portaba su uniforme militar con gran orgullo (…) Cómo podría yo imaginarme que algún día mi hijo sería víctima de desaparición forzada. Creo que nosotros como padres de esos cadetes, pensamos que la institución representa siempre el lado de combate al narcotráfico y que nuestros hijos se exponen a riesgos, pero yo jamás imaginaría que ‘el peor enemigo del verde es el mismo verde’, esta frase la tenía muy marcada mi hijo un mes antes de su desaparición cuando estuvo de vacaciones con nosotros”.
Y advierte: “Se me han cerrado muchas puertas, pero seguiré tocando hasta encontrar justicia. Porque una madre no se cansa de luchar ni de esperar al hijo que está desaparecido, que me han arrebatado”.