Pueden formar parte de una dieta equilibrada si se ingieren con moderación, pero si los comes diario, pueden ser perjudiciales
Cada decisión que tomamos en nuestra alimentación tiene un impacto directo en nuestra salud, pero, ¿qué pasa con aquellos alimentos que aparentan ser inofensivos, pero en realidad pueden estar afectando tu bienestar?; hay cinco comidas que ningún especialista recomienda que formen parte de la dieta diaria, ya que son altos en grasas trans o tienen muchísima azúcar.
Eso sí, pueden formar parte de una dieta equilibrada si se consumen con moderación, aunque si es diario, pueden ser perjudiciales para la salud. Si bien es importante tener en cuenta los riesgos, también es fundamental mantener una relación sana con la comida. De vez en cuando, disfrutarlos no es necesariamente perjudicial.
¿Qué cosas ingerir con moderación?
Bebidas Azucaradas: Los refrescos y jugos procesados no solo contienen altas dosis de azúcar, sino que también aportan calorías vacías, lo que significa que no aportan ningún nutriente esencial. Beber habitualmente estos productos está asociado con un mayor riesgo de enfermedades como la diabetes tipo 2 y la obesidad.
Alimentos Procesados: Las salchichas, nuggets de pollo y comidas preenvasadas pueden ser convenientes y deliciosos, pero su valor nutricional suele ser bajo. Además, por lo regular contienen altos niveles de sal, grasas saturadas y aditivos, lo que puede aumentar el riesgo de padecimientos cardíacos.
Cereales de caja: Aunque se promocionan como un desayuno saludable, muchos de ellos contienen azúcar en cantidades considerables. Optar por alternativas más saludables como los integrales puede ser una elección más beneficiosa para tu bienestar.
Los más populares
Papas fritas: Son uno de los aperitivos más populares a nivel mundial, pero no son las más saludables. Su alto contenido de grasas saturadas y trans, junto con la elevada presencia de sodio, contribuye a aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Pizza: Las más comerciales generalmente contienen altos niveles de grasa, sodio y calorías. Aunque una casera, con ingredientes frescos puede ser una opción más saludable, la mayoría que encontramos en restaurantes o supermercados están llenas de ingredientes procesados y aditivos que las hacen menos saludables.
