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Los artífices de la ‘trama rusa’ en México son acusados de orquestar la campaña sucia contra López Obrador

Una investigación periodística y el testimonio de la diputada Tatiana Clouthier señalan al historiador Enrique Krauze de ser el principal actor de una operación de desprestigio, a través de un centro productor de noticias falsas, financiada por empresarios mexicanos.

actualidad.rt.com

Un libro y un reportaje señalan al historiador Enrique Krauze como el autor intelectual de una campaña de desprestigio, financiada por empresarios en contra de Andrés Manuel López Obrador, para truncar la carrera del político a las presidenciales, que incluyó información falsa sobre la supuesta «injerencia rusa» detrás de su candidatura.

Dos historias que, de manera independiente, llegaron a conclusiones similares tras indagar la manera en que un grupo de empresarios instaló un centro de inteligencia para difundir noticias falsas y dañar la imagen de López Obrador antes y durante las elecciones presidenciales de 2018.

El testimonio de la coordinadora de campaña

Todo comenzó con la publicación del libro ‘Juntos hicimos historia’, de Tatiana Clouthier, quien fuera la coordinadora de campaña presidencial de López Obrador en 2018 y actual diputada por el partido Morena.

En el capítulo de XVIII de su libro, Clouthier señala que «hombres de negocios muy poderosos e intelectuales influyentes, contratados y sufragados por los primeros, elaboraron una feroz campaña en redes sociales y medios de comunicación, con el fin de desinflar» a López Obrador, desde 2017 hasta la contienda electoral de 2018.

La operación, según Clouthier, fue coordinada por el consultor Ricardo Rojo y su empresa, la agencia Expertaria, que habrían montado un centro de ciberataques y noticias falsas en una casa ubicada en la calle de Berlín 245, en el barrio de Coyoacán, en Ciudad de México.

Clouthier afirma que el empresario Agustín Coppel, dueño de la cadena de tiendas departamentales que lleva su nombre, fue quien financió el proyecto, que consistía en «habilitar una oficina de inteligencia que tuviera como objetivo frenar el avance de López Obrador».

Las noticias falsas eran difundidas a través de una serie de cuentas en redes sociales, donde se distribuía contenido tendencioso para generar una opinión negativa de López Obrador.

«Se presume que Agustín Coppel se reunió con Enrique Krauze para encargarle que prepararan contenidos intelectuales más refinados. La encomienda le fue asignada a Fernando García Ramírez, columnista de ‘El Financiero’, y miembro del consejo editorial de ‘Letras Libres’, publicación dirigida por Krauze», asegura la diputada.

En este sentido, Clouthier señala que dicha operación –que le fue narrada en un principio por un joven que trabajaba en un centro de propaganda sucia, financiado por las cúpulas empresariales mexicanas, y que después pudo constatar con su propia investigación– incluía el sitio Pejeleaks y una campaña sobre la supuesta «injerencia rusa» en las elecciones mexicanas.

Una serie de acusaciones sin sustento en las que se involucró a RT, medio que en noviembre de 2017 desmintió y evidenció las conjeturas sin fundamento en torno a la supuesta intervención del Gobierno de Rusia, encabezado por Vladimir Putin, en el proceso electoral desarrollado en México.

En este sentido, Clouthier afirma en su libro que García Ramírez, colaborador cercano de Krauze, fue el encargado de coordinar la redacción de los artículos más elaborados para desprestigiar a López Obrador, incluyendo la presunta intervención rusa. Al columnista también se le señala de colaborar como asesor en el Cuarto de Guerra del derechista Ricardo Anaya, quien contendió contra López Obrador por la Presidencia de la República.

«El equipo de García Ramírez, conformado por una brigada de escritores y periodistas de alto rendimiento, sería el encargado de desarrollar tópicos maniqueos como la supuesta injerencia rusa a favor de AMLO», escribe Clouthier.

La diputada también resaltó la manera en que Krauze recibió 162 millones de pesos (8,4 millones de dólares) de 2002 a 2016 en «contratos de adjudicación directa» por parte de los Gobiernos del PRI y PAN, contrarios a López Obrador. Esto, además de recibir «el apoyo financiero de Grupo Coppel y en particular de Agustín Coppel» durante la última década.

Operación Berlín: otra versión, mismos señalados

Tras la aparición del libro, el sitio de noticias EjeCentral publicó el reportaje Operación Berlín: Conjuro AntiAMLO, que recoge el testimonio de una persona anónima identificada como Miguel Ángel, que supuestamente participó en la campaña negra contra López Obrador, orquestada desde la misma casa señalada por Clouthier como un «centro de inteligencia».

A lo largo del texto, se describe a detalle la manera en que operaba dicho centro, ubicado en la calle de Berlín.

El medio afirma haber tenido acceso a recibos de nómina, fotografías, correos electrónicos y mensajes que constatan la operación a lo largo de los 18 meses para truncar el ascenso de López Obrador, quien finalmente ganó las elecciones el año pasado.

Sin embargo, en el reportaje no se publicaron los recibos de nómina, sino sólo una fotografía con la fachada de la casa y algunas supuestas conversaciones con García Ramírez.

El testimonio recogido por el medio mexicano también refiere que, supuestamente, la orden de lanzar una campaña sobre la presunta «injerencia rusa» a favor de López Obrador fue dada por Krauze y transmitida por García Ramírez, quien publicaría dos columnas en el periódico El Financiero sobre el tema: la primera en abril y la segunda en octubre de 2017, un año antes de la elección presidencial.

De acuerdo con el testimonio referido en el reportaje, García Ramírez comunicó a los operadores de la casa ubicada en la calle Berlín, que el mismo Krauze dio la orden, a finales de marzo de 2017, para vincular a López Obrador con el Gobierno de Rusia.

«Dice Krauze que debemos hacer algo sobre Rusia», habría dicho García Ramírez a su grupo, según el reportaje.

El informante anónimo también señaló que los únicos datos que podían hacer creíble la supuesta trama orquestada desde Moscú, era la participación del académico John Ackerman, simpatizante de López Obrador, como articulista de RT.

El periodista Juan Carlos Rodríguez, autor del reportaje, explicó en entrevista con RT que la investigación realizada data de 2018, cuando la fuente anónima contactó al medio y proporcionó documentación que fue verificada.

Sin embargo, señala que no se publicaron más documentos para no comprometer la identidad de la fuente, aún cuando no descarta que el medio publique toda la información en entregas siguientes.

«Queremos proteger a la fuente porque en su recibo viene su Registro Federal de Contribuyentes y un código que se rastrea y pueden saber quién es», dijo el periodista. «Pero sí estamos valorando publicar tanto las fotos, como los pantallazos, los correos y todo el material que la fuente nos proporcionó», agregó.

En este sentido, señala que las investigaciones de Clouthier y la publicada por el medio, coinciden en varios aspectos aunque fueron realizadas de manera independiente.

«Creo que son textos complementarios. Ella hizo sus propias pesquisas, tiene sus propias evidencias, nosotros tenemos esta fuente. Pero creo que muchos de los nombres y las circunstancias coinciden. Son complementarias», afirma Rodríguez.

Krauze niega acusaciones

El historiador Enrique Krauze, quien es integrante de El Colegio Nacional y se define a sí mismo como un defensor del «liberalismo», ha sido desde 2006 uno de los mayores críticos del «populismo mesiánico» que, en su opinión, representa López Obrador.

Tras ser señalado de promover una campaña de desprestigio contra quien ahora funge como presidente de México, Krauze negó las acusaciones y afirmó que existe una persecución política en su contra.

En el mismo tono, negó los señalamientos de Clouthier y el reportaje de EjeCentral, y dijo que iba a reservarse el derecho de emprender medidas legales contra las personas que lo acusan.

Otra de las personas que salió en defensa del historiador fue su hijo, el periodista León Krauze, quien en enero de 2018 publicó una columna sobre la supuesta injerencia del Gobierno de Rusia en las elecciones mexicanas y a favor de López Obra

García Ramírez, otro de los aludidos en el libro y el reportaje, también negó las acusaciones en su contra, pero reconoció que visitó la casa ubicada en la calle Berlín, mientras preparaba un guión.

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