Un estudio realizado por el Centro Universitario de la Costa (CUCosta) revela que los vallartenses enfrentan un alto riesgo de desarrollar enfermedad renal crónica debido a factores como el consumo de bebidas azucaradas y alcohólicas, la automedicación, el sedentarismo y la deshidratación.
Agencias Jafrico | NoticiasPV
La ingesta de bebidas azucaradas, alcohólicas, la automedicación y la falta de una adecuada hidratación figuran como los principales factores de riesgo para el desarrollo de enfermedades renales crónicas en la población de Puerto Vallarta, según un reciente estudio presentado por investigadores del Centro Universitario de la Costa (CUCosta) de la Universidad de Guadalajara.
El informe titulado «Riesgo de enfermedad renal en la población adulta en Puerto Vallarta: determinantes genéticas, sociales y de estilo de vida» se basa en una encuesta realizada entre el 21 de junio y el 7 de julio de 2024, que involucró a 851 personas de entre 20 y 69 años. Los resultados del estudio revelaron que un 84% de los encuestados consume bebidas azucaradas envasadas, el 57% no realiza actividad física, el 42% no ingiere suficiente agua, el 40% consume bebidas alcohólicas y el 21% fuma o vapea, factores clave para el riesgo de desarrollar enfermedades renales.
Otro hallazgo relevante del estudio fue la prevalencia de la automedicación, donde el 55% de los encuestados admitió automedicarse, de los cuales el 48% consume analgésicos, el 18% antiácidos y el 7% antibióticos, prácticas que agravan el riesgo para la salud renal.
El investigador Lino Francisco Jacobo Gómez Chávez destacó que desde 2018, las autoridades sanitarias han alertado sobre el creciente número de casos de enfermedad renal en Puerto Vallarta. En los últimos siete años, el número de personas que requieren atención en los servicios de hemodiálisis ha aumentado significativamente, pasando de entre 20 y 40 pacientes en 2018 a 150 en 2025.
La doctora Silvana Mabel Núñez Fadda, investigadora del CUCosta, subrayó que siete de cada diez personas tienen sobrepeso, lo que constituye un factor de riesgo para desarrollar enfermedades renales. Además, casi un 30% de la población padece obesidad, lo que aumenta la probabilidad de padecer patologías relacionadas como diabetes e hipertensión. Estos factores son modificables a través de un estilo de vida más saludable, que incluya una correcta hidratación, una alimentación balanceada y la reducción del consumo de bebidas azucaradas.
Los investigadores proponen políticas públicas para reducir el riesgo de enfermedades renales en la población, como la regulación del consumo de tabaco y vapeadores, la promoción de la actividad física en todas las edades, y el fortalecimiento de las políticas de restricción de bebidas azucaradas y alcohol, con el fin de fomentar hábitos de vida más saludables.
