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Ciudad de México. Gilda Margarita Austin y Solís –madre de Emilio Lozoya Austin, ex director de Petróleos Mexicanos (Pemex)–, fue vinculada a proceso por su presunta responsabilidad en la comisión de los delitos de lavado de dinero y asociación delictuosa, en una audiencia en la cual el juez federal José Eduardo Vázquez Rea señaló que el ex funcionario dirigió una organización criminal que operó en México y el extranjero
, en la que él aceptó sobornos por 10.5 millones de dólares de la constructora Odebrecht y a cambio le otorgó un contrato directo por mil 436 millones 398 mil 637 pesos para obras en la refinería de Tula en 2013.
Por primera ocasión en una audiencia pública, tanto el Ministerio Público Federal como un juzgador hicieron mención que en las investigaciones se obtuvo información que señala que Lozoya Austin –prófugo de la justicia, con órdenes de aprehensión por lavado de dinero, ejercicio indebido del servicio público y asociación delictuosa– solicitó dinero a Odebrecht para la campaña presidencial de 2012.
Asimismo, el abogado Javier Coello Trejo, defensor de Gilda Margarita Austin, aseguró que los 185 mil dólares que la Fiscalía señala que formaron parte de los sobornos entregados al ex director de Pemex, y con los cuales se sustenta la acusación contra su clienta, sirvieron para cubrir los impuestos por la escrituración de una residencia que se ubica Ixtapa Zihuatanejo, en el estado de Guerrero, y que ese capital se le pagó al notario 153 de la Ciudad de México, Jorge Antonio Sánchez Cordero, hermano de la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, quien realizó el trámite catastral.
En la diligencia realizada en el Reclusorio Norte de la Ciudad de México, el juzgador federal determinó que Gilda Margarita Austin y Solís, quien fue entregada en extradición por autoridades alemanas, deberá enfrentar su proceso en prisión domiciliaria; que la Fiscalía General de la República (FGR) será la responsable de vigilarla con elementos de la Policía Federal Ministerial tanto dentro como al exterior de su domicilio, y determinó que semanalmente se llevarán a cabo visitas de supervisión, a fin de evitar que la inculpada se sustraiga de la justicia.
Durante la audiencia –que tuvo una duración de nueve horas y media–, los agentes del Ministerio Público Federal revelaron parte del contenido de las investigaciones que han realizado desde 2017, en torno a los presuntos sobornos que representantes de la constructora Odebrecht entregaron a Emilio Lozoya Austin entre 2010 y 2012, ya que según los testimonios dados a conocer, desde 2009 el ex funcionario se vinculó con representantes de la compañía brasileña, etapa en la cual él se desempeñó como director en jefe para América Latina en el Foro Económico Mundial, y allí acordó colaborar para que la constructora fuera beneficiaria de contratos en México.
Entre 2010 y 2012 –según la FGR y la resolución del juez federal en la que sustentó la vinculación a proceso de Gilda Margarita Austin–, Emilio Lozoya contactó a representantes de Odebrecht con personas relacionadas con los candidatos a gobernadores en los estados de Hidalgo, Tamaulipas y Veracruz, y también les aseguró que llegaría a ocupar un importante cargo en el gobierno del entonces candidato a la Presidencia de la República, Enrique Peña Nieto.
Entre noviembre de 2010 y noviembre de 2012, Lozoya Austin habría recibido 4 millones de dólares por sus servicios, y en la última etapa de este periodo, cuando fungió como encargado de asuntos internacionales en la campaña del candidato priísta, habría solicitado a Odebrecht una recompensa como pago para la campaña presidencial.
En suma, según las pruebas mencionadas en la diligencia, en esa etapa Lozoya Austin recibió los 4 millones de dólares, los cuales fueron entregados por Odebrecht a través de su Departamento de Operaciones Estructurales (área que se encargaba de pagar sobornos a funcionarios de al menos 20 naciones).
El dinero se depositó inicialmente en Innovation Research, una compañía fachada de la constructora brasileña, y de allí se hicieron transferencias a cuentas de dos empresas off short (Latin America Asia Holding y Tochos Holding Limited), creadas por Emilio Lozoya y de las cuales se colocó como beneficiaria a su hermana Gilda Susana Lozoya Austin.
De esas empresas y de los recursos entregados por Odebrecht se transfirieron 185 mil dólares de los 4 millones entregados por Odebrecht a Emilio Lozoya, y en la imputación los representantes de la FGR señalaron que Gilda Margarita Austin tenía conocimiento de que su cuenta sería utilizada para ocultar y dispersar recursos ilícitos.
En la presentación de argumentos para sostener que se debía vincular a proceso a la madre del ex director de Pemex, los fiscales señalaron que su cuenta bancaria formó parte del esquema creado por Emilio Lozoya para dispersar y ocultar el origen de dinero ilícito.
En la cuenta de la imputada, además de los 185 mil dólares, se hicieron depósitos entre los años 2009 y 2012 que superaron los 10 millones de pesos, a pesar de que la apertura dijo que era para una persona dedicada a la impartición de clases particulares y sin actividad empresarial.
En ese contexto, los representantes de la FGR indicaron que entre 2011 y 2012 a la cuenta de Margarita Austin ingresaron recursos millonarios, pero en sus declaraciones hacendarias reportó cero ingresos en 2012 y únicamente 193 mil pesos en 2013.
Asimismo, se explicó que Lozoya Austin recibió otros 6 millones de dólares por parte de Odebrecht a cambio de la signación de un contrato de obra cuando ya fungía como director de Pemex; de esta cantidad 2 millones le fueron entregados presuntamente como adelanto, mientras se contrataba la asignación de obra, y el resto una vez que les fue asignado el contrato respectivo, situación que aconteció en 2013 para realizar trabajos en un terraplén en la refinería Tula I, por un monto de mil 436 millones 398 mil 637 pesos.
Como parte de ese esquema de ocultamiento de recursos ilícitos, el Ministerio Público Federal obtuvo órdenes de aprehensión, también, en contra de Marielle Helene Eckes, esposa de Emilio Lozoya, su hermana Gilda Susana, una empresaria de bienes raíces, y una persona más cuyo nombre no fue mencionado, todas ellas por operaciones con recursos de procedencia ilícita y asociación delictuosa.
Durante la audiencia, solamente una vez Gilda Margarita Austin hizo uso de la palabra y fue para decir que fue detenida en Alemania, cuando estaba con mis nietos; estuve detenida en varias prisiones, fue una experiencia nada agradable
, y su defensa señaló que no recibió asistencia consular durante su estadía en la nación europea. Entre los argumentos para otorgar la prisión domiciliaria, el juez Vázquez Rea consideró la edad de la imputada (71 años), su estado de salud y cuestiones de equidad de género, lo cual fue avalado tanto por el Ministerio Público como la defensa de la acusada.
Gilda Austin arribó al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México a las cuatro de la madrugada de ayer en un vuelo comercial.