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Tucson, 28 de junio .— Melania Trump realizó hoy un segundo viaje por sorpresa a la frontera con México. Tras el fallido intento por convertir su primer viaje en una “operación de control de daños” a favor de su esposo, Donald Trump, en esta ocasión Melania se cuidó mucho de elegir un guardarropa más discreto.
Al diferencia de la anterior visita —cuando Melania tuvo la mala idea de usar una chaqueta que causó indignación entre organizaciones humanitarias por la desafortunada leyenda en la espalda que decía “A mi realmente no me importa. ¿Y a tí?—, en esta ocasión eligió una blusa de manga larga de color negro y un pantalón blanco.
Al igual que ocurrió con el primer viaje, el anuncio se produjo con apenas unas horas de antelación. Su vuelo hasta la ciudad fronteriza de Tucson, fue presentado como un esfuerzo por conocer de primera mano la implementación de las nuevas reglas para evitar la separación de niños de sus padres una vez que cruzan la frontera desde México.
“Como la situación legal de los niños ha cambiado, ella (Melania) esta ansiosa por conocer como se está implementando el nuevo proceso”, aseguró una portavoz de la Casa Blanca dejando de lado el caos en el que hoy viven cientos de padres que han sido incapaces de encontrar a sus hijos después de una dolorosa separación.
“A la primera dama le interesa mucho el tema de los niños, pero también apoya una frontera fuerte”, añadió esta portavoz.
Al igual que ocurrió con el primer y fallido intento por tranquilizar el ambiente de rechazo y condena por la detención y separación de menores de edad que, además, fueron enjaulados, la oficina de prensa de la Casa Blanca fue incapaz de garantizar el acceso a camarógrafos y fotógrafos al encuentro que mantendrá Melania con los niños.
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