El aumento de precios en alimentos y energéticos ha colocado a México entre los países que mayor inflación han registrado en esos rubros entre los 35 asociados de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) de 2013 a 2016, años que coinciden con el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto.
Las estadísticas del organismo muestran que el año pasado México mostró por primera vez descensos en los precios de los energéticos (incluye gasolinas y electricidad) y fueron los más bajos entre 30 países donde se abarataron.
En el caso de los alimentos, la inflación que ha presentado México al respecto llega a duplicar el promedio mostrado por la OCDE, e incluso en los años mencionados el país sólo ha sido superado por Turquía en cuanto al encarecimiento de precios de los productos básicos.
Durante 2013, primer año de gobierno del presidente Peña Nieto, la inflación en energéticos en México fue de 8.1 por ciento a tasa anual, sólo superada por la de Noruega, con 8.5 por ciento. En 2014 México tuvo la mayor inflación en energéticos de toda la OCDE, al ubicarse en 8.4 por ciento y aunque en 2015 fue de sólo 2.5 por ciento, contrastó con los descensos de entre 2 y hasta 16 por ciento que registraron el resto de los asociados.
Las estadísticas de la OCDE refieren que el promedio de precios de los energéticos para los países que la integran subió 1.3 por ciento en 2013, aumentó 0.5 por ciento en 2014 y cayó 10.1 por ciento en 2015.
En cuanto al año pasado, México reportó por primera vez descensos en los precios de los energéticos: a tasa anual la inflación resultó 1.1 por ciento menor en el primer trimestre de 2016, bajó 1.5 por ciento en el segundo trimestre y se mantuvo sin cambio para el tercer trimestre del año.
Nuevamente los descensos que en promedio registraron los países asociados a la OCDE fueron mayores, de entre cinco y siete veces más en México, pues la inflación descendió 8, 7.6 y 5.8 por ciento en el organismo para los tres trimestres citados. A diferencia de los años anteriores, México no se ubicó como en el primero o segundo país donde aumentaron más los precios de los energéticos, ya que Noruega, Chile y Turquía le disputaron dichos lugares en los diferentes trimestres, con incrementos que oscilaron entre 0.4 y hasta 4 por ciento a tasa anual.
En noviembre, último mes del que la OCDE consiguió cifras comparativas de la mayoría de sus afiliados, los precios de los energéticos volvieron a subir en México y lo hicieron en 1.8 por ciento respecto de igual mes de 2015. Sin embargo, fue superado por un quinteto de naciones encabezadas por Noruega, cuya inflación en energéticos fue de 16.2 por ciento, seguido de Turquía, donde se ubicó en 5.8 por ciento; Grecia, 4.2 por ciento; Reino Unido, 3 por ciento, y Chile, 1.9 por ciento.
En alimentos, la inflación anual en México fue de 5.3 por ciento en 2013, de 4.8 por ciento en 2014 y 4 por ciento en 2015, pero los promedios de la OCDE para esos años se ubicaron en 1.9 por ciento, 2.1 por ciento y 1.6 por ciento, es decir, menos de la mitad respecto del registro nacional.
El primer trimestre del año pasado, el encarecimiento de alimentos fue de 4.5 por ciento, para el segundo trimestre bajó a 4.2 por ciento y en el tercer trimestre se ubicó en 4 por ciento, lo que nuevamente contrasta con los promedios de 0.8, 0.2 y una caída de 0.1 por ciento reportados por la OCDE.
A diferencia de los precios de los energéticos, en los alimentos México no ha reportado ningún descenso en la inflación desde 2013 hasta noviembre de 2015, cuando llegó a 4.9 por ciento, el nivel más alto del año pasado y que contrasta con 2.6 por ciento correspondiente al último trimestre de 2015.