Por Mauricio Lira Camacho
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Divina Andrade filial priísta, tuvo un comportamiento bastante agresivo durante la más reciente sesión de ayuntamiento, en donde ignoró, agredió, se hizo de palabras y pateó a una regidora.
Es una mujer que sufre de esquizofrenia, dijeron a este medio, quienes la conocen de hace muchos años.
Padece de problemas mentales que se han agudizado en los últimos años, se pelea con todo mundo y cuando deja el tratamiento con medicamentos se pone muy agresiva.
Fueron los comentarios que se dejaron escuchar, luego de sus lamentables acciones dentro y fuera del salón de ayuntamiento.
Este jueves hubo sesión ordinaria de ediles, convocados para las 13 horas, minutos antes Divina, ingresó con una cartulina doblada.
«Se va a manifestar», dijo a este medio un abogado.
Iniciada la sesión de ayuntamiento, encabezada por Arturo Dávalos Peña, ella se mantuvo sentada, pero luego de un rato se levantó extendió una cartulina y comenzó a detenerse de pié en los cuatro puntos cardinales.
Primero, desde donde se transmite por transparencia municipal, la zona de prensa, detrás del alcalde y del lado de los regidores de movimiento ciudadano.
Siempre tuvo puestos auídfonos en color blanco, parecía no estar enterada de lo que ocurría, pero nunca soltó el material que cargaba.
Este medio se acercó para que le dijera de que se trataba su manifestación y protesta, «me estás dando un beso de judas, no se vendan, calladita me veo más bonita», de inmediato se volvió a colocar los audífonos, ignorando cualquier comentario.
Minutos después, se ubicó entre el espacio donde se ubica la prensa y algunos de los ediles de oposición, detrás de Francisco Sánchez, independiente, el volteó la trató de tomar del ante brazo, para acercarla y platicar en corto con ella, Divina se soltó rápidamente e intercambió palabras altisoantes.
De inmediato, el edil la dejó de buscar, percadándose que esta señora no estaba en sus cabales.
Después, sin motivo alguno Divina se acercó con la directora de comunicación social, Sara María Chávez, a quien de igual forma trató muy mal.
Sara María solamente hizo un gesto de admiración y nunca le respondió.
Más tarde, en la misma sesión se colocó a un costado, entre donde se ubican normalmente las regidoras de movimiento ciudadano, Susana Rodriguez y Elisa Ramírez.
Al hacer uso de la voz, el alcalde Arturo Dávalos cambió el sentido de su discurso para dirigirse a Divina.
«Divina, Divina», le dijo.
Ella no le hizo caso pues escuchaba en sus audífonos.
Fue hasta que uno de los asistentes de seguridad del alcalde, le hizo la seña de que le estaban hablando, fue cuando se quitó un audífono y escuchó pero a cada comentario de Dávalos, ella respondía de manera grosera.
E asunto no pasó a mayores, pero fue comentado por todos la manera irrespetuosa de conducirse y de comportarse de esta persona ante la comunidad.
Hubo comentarios de todo tipo, «es una mujer que sufre de esquizofrenia, tiene problemas mentales muy graves, se pelea con todo mundo y es muy agresiva cuando deja sus medicamentos, esta actitud no es normal, alguien la está usando y manipulando aprovechándose de todo».
El asunto no paró ahí, pues al final de la sesión y cuando terminó la partida de pastel al primer edil, Arturo Dávalos con motivo de su cumpleaños, la regidora de movimiento ciudadano, dijo a este medio de comunicación, «dentro del salón de ayuntamiento pase frente a esta señora y me pateó, me pegó con su pie en la pantorilla, no le dije nada, pero afuera del salón nos volvimos a encontrar y ocurrió lo mismo, nos hicimos de palabras, que le pasa», cuestionó la regidora.
Divina portó siemrpe con una cartulina, la leyenda «Señor presidente y el diagnóstico», por detrás otra historia, «Honorable cabildo cuántas vidas mas».
Sin embargo, nunca quiso dar una explicación del motivo que la orilló a tomar esta decisión de inconformarse en el pleno de ayuntamiento, ante alcalde y regidores.
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