Por Adrián De los Santos
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Ramón Hernández Orozco, conocido por sus amigos como «El Padre Ramón», quien era mesero de mariscos La Villa y quien resultó lesionado de gravedad luego de volcarse la camioneta en la cual viajaba en Fluvial Vallarta, murió en un hospital de la ciudad de Guadalajara.
Hernández Orozco, quién era vecino de la Villa de Guadalupe, ahí por la calle Portugal, andaba divirtiéndose con sus sobrinos la tarde del 15 de mayo, a bordo de una camioneta marca Ford, Explore, color arena, con placas de Jalisco, misma que le habían prestado para irse a dar una vuelta ese su día de descanso. Para ello se hizo acompañar de sus sobrinos, uno de los cuales manejaba la camioneta en exceso de velocidad sobre la avenida Jesús Rodríguez Barba y poco antes de llegar al cruce con avenida Fluvial Vallarta, perdió el control, se estrelló con una lámpara y enseguida con un seccionador de la Comisión Federal de Electricidad.
A consecuencia del accidente, la camioneta se volcó, Ramón Hernández de 50 años de edad, salió expulsado de la camioneta pero está le cayó encima, causándole lesiones graves.
Bomberos lo rescataron ese día junto con sus sobrinos, pare luego llevarlo al IMSS donde determinaron su traslado al Centro Médico de Occidente, dada la gravedad de las lesiones, pues tenía al menos uno de los pulmones reventados y fractura de tórax.
«El Padre Ramón», quien trabajó como mesero en varios hoteles de la ciudad y actualmente laboraba en mariscos La Villa, descansó ese día, fue a un potrero en Playa Grande por una pajareta, como acostumbrada ir, para luego ir a disfrutar su día de descanso.
Lamentablemente sucedió el accidente y murió en la sala de shock del Centro Médico.
Se espera la llegada de sus restos mortales la tarde del domingo para ser velados en la funeraria San José de la Francisco Villa.
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