Por Mauricio Lira Camacho
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Puede más la organización que la autoridad.
Nadie frena la venta de terrenos y lotes, muchos de estos presuntamente irregulares.
La publicidad y propaganda que se les hacen, está a la vista de todos en los lugares más recónditos en el municipio de Puerto Vallarta.
Estos letreros, cartulinas y pancartas, son observados por los ciudadanos a lo largo y ancho de este destino.
A sabiendas que siempre hay un oscuro fraude, engaños y mentiras, los ciudadanos de muy escasos recursos económicos, siempre caen.
Esto debido a la enorme necesidad que existe, por adquirir a bajo precio un pedazo de tierra.
El cual en muchas de las ocasiones, además de no tener certeza legal y jurídica, carece de los servicios mínimos básicos como agua y luz, básicamente.
Por años y décadas, las administraciones municipales enarbolan la bandera de erradicar la forma en que son vendidos terrenos en distintas colonias.
Algunas de estas, no registradas ante la comuna, el propietario se da a la tarea de primer vender y cuando tiene el suficiente número de ciudadanos con los enganches y las primeras bajas mensualidades, acuden al ayuntamiento con el objetivo de que la colonia sea regularizada.
Bajo la presión social, la autoridad cede y se compromete para otorgar los servicios básicos a las familias necesitadas.
Es un círculo vicioso que no ha sido erradicado del todo, pues hoy en día en pequeños medios escritos, los anuncios de venta de terrenos a bajo precio y enganches desde 500 pesos, están a la orden del día.
Lo mismo que la publicidad en sonidos a bordo de unidades vehiculares compactas.
El ciudadano ha hecho de su entorno inmediato, la propaganda fácil en cartulinas en colores llamativos, pegadas en postes de luz a lo largo de las carreteras o en estructuras telefónicas en cada esquina en las colonias del municipio de Puerto Vallarta.
