Por Mauricio Lira Camacho
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Hoy fue el día de la mayor peregrinación en la celebración a la virgen de Guadalupe.
Este martes 12 de diciembre, en el marco de la madre de todas las peregrinaciones, los rostros de los niños, robaron cámara de todo el mundo.
Como cada año, el centro de Puerto Vallarta, se convierte en un ritual ceremonioso de cánticos, espiritualidad, de fe y esperanza.
A lo largo de todo el día, miles de fieles devotos de la religión católica, se dan cita para venerar a la madre de todos los mexicanos.
Desde el primer segundo de este día, las tradicionales mañanitas son cantadas en todas las iglesias católicas del país.
Noche y madrugada de coehetes, y sin parar toda la jornada, bailes y rostros.
En el andar de la peregrninación de hoy en el Puerto Vallarta, los rostros de los niños, muchos de ellos vestidos de Juan Diego y las niñas de la virgen María.
Un año más de peregrinaciones.
Cabe destacar que Nuestra Señora de Guadalupe es una aparición mariana de la Iglesia católica de origen mexicano, cuya imagen tiene su principal centro de culto en la Basílica de Guadalupe, ubicada en las faldas del cerro del Tepeyac, en el norte de la Ciudad de México.
De acuerdo a la tradición oral mexicana, y según lo descrito por múltiples documentos históricos del Vaticano y otros encontrados alrededor del mundo en distintos archivos se cree que la Virgen María, se apareció en cuatro ocasiones al indio san Juan Diego Cuauhtlatoatzin en el cerro del Tepeyac, y una quinta ocasión a Juan Bernardino, tío de Juan Diego.
El relato guadalupano conocido como Nican mopohua narra que tras la primera aparición, la Virgen ordenó a Juan Diego que se presentara ante el primer obispo de México, Juan de Zumárraga.
Juan Diego en la última aparición de la Virgen, y por orden de esta, llevó en su ayate unas flores que cortó en el Tepeyac. Juan Diego desplegó su ayate ante el obispo Juan de Zumárraga, dejando al descubierto la imagen de la Virgen María, morena y con rasgos mestizos.