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La Secretaría de Salud (Ssa) prepara el cambio de su reglamento interior, proceso en el que destaca la transformación de la Subsecretaría de Prevención y Promoción de la Salud a Subsecretaría de Salud Pública, así como de la mayoría de órganos desconcentrados que dependen de ésta. Otros, como los secretariados técnicos de los consejos de Salud Mental y de Prevención de Accidentes, desaparecen de la estructura de la dependencia federal.
La subsecretaría, a cargo de Hugo López-Gatell, tendrá nuevas funciones, como dar seguimiento y supervisar el destino de los recursos económicos que se transfieren a los estados para la operación de programas, entre ellos, la prevención de la muerte materna, el sobrepeso, la obesidad y la diabetes.
En el proyecto de reforma del reglamento interior –del que La Jornada posee copia–, esta subsecretaría, que tiene bajo su responsabilidad los programas prioritarios de atención a la salud, también se encargará de que los estados comprueben el uso del dinero que reciben de la Federación, lo que hasta ahora no hacía.
La Ssa ha carecido de facultades para hacer este seguimiento, aunque ha habido evidencia de su mal uso y desvíos en varias entidades. Debido a las deficiencias que esto ha generado en los servicios médicos, en años pasados se decidió centralizar la compra de insumos, como los métodos anticonceptivos y las tiras reactivas para las pruebas de glucosa, los cuales deben estar disponibles en centros de salud.
Estos recursos, que se envían por conducto de los Acuerdos para el Fortalecimiento de las Acciones de Salud Pública en los Estados, son adicionales a los del Seguro Popular, que también se transfieren a las entidades para la operación de los servicios médicos. Sobre éstos existe una regulación específica acerca de su uso y comprobación ante la Comisión Nacional de Protección Social en Salud.
Entre las nuevas tareas de la Subsecretaría de Salud Pública, se cuenta participar en el desarrollo del Instituto de Salud para el Bienestar, el cual sustituirá al Seguro Popular.
Del proyecto de reglamento interior de la dependencia también resaltan los cambios en el Centro Nacional para la Prevención y Control del VIH/sida (Censida), que pasará a ser Centro Nacional de Enfermedades Infecciosas; el Centro Nacional de Equidad de Género y Salud Reproductiva cambiará a Centro Nacional de Salud Reproductiva, Derechos Humanos y Diversidad, y el Centro Nacional de Transfusión Sanguínea será el Centro Nacional de Diagnóstico en Salud.
En tanto, desaparecen el secretariado técnico de los consejos nacionales de Salud Mental y el de Prevención de Accidentes. En el proyecto no se aclara qué pasará con el Centro Integral de Salud Mental, que da servicios médicos gratuitos a niños y adultos.
Una de las innovaciones de la nueva estructura es la creación de la Dirección General de Inteligencia en Salud, la cual sustituirá a la actual Dirección General de Epidemiología.
La nueva área tendrá 20 facultades y atribuciones; la primera es coordinar y consolidar los sistemas de información estadísticos y epidemiológicos y otros que contribuyan a la generación del conocimiento en salud y la identificación de riesgos sanitarios.