Se agudizó el problema entre vecinos en el fraccionamiento Palmar de Aramara, debido a que el ayuntamiento de Puerto Vallarta, nunca entregó, (como quedó desde hace un mes), un enorme letrero que indicara que quedaba estrictamente prohibido tirar basura en calle Océano Atlántico casi con avenida Prisciliano Sánchez.
Ahora no solamente avientan bolsas negras llenas de basura, desde un departamento de un edificio ubicado a un costado de dicha arteria vial, ni tampoco de las personas que van de paso y arrojan sus desperdicios.
Tampoco de las personas que dicen, salen a trabajar desde las 5 de la mañana y no pueden esperar a que pase el camión recolector, pues regresan muy tarde de sus centros laborales.
Y de quienes, cortan poda, pasto y agrupan todas las bolas en una esquina donde no se deben dejar basura.
Sino que ahora también, ya les bajan o les dejan sillones que no usan como parte de los desperdicios que no están permitidos por la autoridad municipal.
Este tipo de aparatos y muebles, deben ser recogidos en los programas de descacharrización.
Pero las familias no entienden y se pelean.
Texto por Licenciado Mauricio Lira Camacho
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