Por Paty Aguilar
Finalmente, el alcalde de Bahía de Banderas, Nayarit, Jaime Alonso Cuevas, luego de escuchar a las artesanas indígenas que inspectores de Fiscalización encabezados por la supervisora, Cecilia Pérez Dueñas, les decomisaron sus artesanías en la playa y plaza pública de Sayulita Pueblo Mágico violentando el procedimiento administrativo, como posteriormente quedó demostrado en un video y fotografías que con el fin de demostrar que los inspectores realizaron bien trabajo, al analizar las imágenes, delante de las propias artesanas y el Jefe de Fiscalización, así como este medio de comunicación, quedó claro que en este decomiso no se procedió apegado a derecho, motivo por el cual, el alcalde, Jaime Cuevas Tello, giró instrucción de que se les entregara sus artesanías y se les diera a la artesanas un especio digno para vender sus productos.
Sin embargo, en el afán de desvirtuar las declaraciones de los hechos por parte de las artesanas, el jefe de prensa de Comunicación Social, Antonio Retes, montó la exhibición de un video y fotografías que al final lo que quedó demostrado fue que el inspector que se mira en el video, ni siquiera portaba la papelería oficial en sus manos, también que una de las artesanas afectadas, fue interceptada en la playa, donde estos inspectores municipales no tienen facultad para hacerlo puesto que es zona federal.
Esta intervención y la falta de conocimiento de administración pública de asistente del alcalde, a quien se le ordenó atender el asunto en Fiscalización, hizo que a partir de la hora que el alcalde ordenó se les entregaran sus artesanías a las mujeres indígenas, pasaron tres horas, con el argumento de que para cancelar los folios que se levantaron después de los hechos, debían de ser firmados por el alcalde, se tuvo que ir hasta tres veces a la presidencia municipal donde estaba el alcalde para vida de que dichos folios los firmara, sin embargo, mientras tanto, segundos antes de que llegaran estos folios ya firmados, el jefe de fiscalización, por mutuo propio, ya había decidido entregar las artesanías, es decir, esto lo pudo haber hecho desde el momento en que recibió la orden, tres horas antes y no lo hizo porque estaba siendo asesorado por el jefe de prensa, fue hasta que este le dio el visto bueno para entregar la mercancía, fue en ese momento cuando llegaron los oficios firmados.
Finalmente y para colmo, el Jefe de Fiscalización, pretendió cobrar una multa, lo que las artesanas pudieran pagar, les dijo, por supuesto, ellas no traían dinero –de donde quiere que le demos dinero si no hemos trabajado, ustedes nos quitaron nuestras artesanías- se defendió una de ellas que habla mejor el español.
Se trató pues de una situación totalmente abusiva por parte de estos funcionarios insensibles, puesto que las mujeres indígenas no habían desayunado y ya eran más de la una de la tarde. Ellas llegaron a la presidencia municipal desde las 8 de la mañana con la finalidad de sacar ficha para poder ser atendidas por el alcalde, una total arbitrariedad en contra de ellas, se le llama maltrato institucional contra indígenas porque además, deben contar con un traductor porque los funcionarios en mención entendían lo que les acomodaba para salvar la situación a su favor ante los cuestionamientos directos de esta reportera que no pudieron sustentar con el reglamento en la mano ni con ninguna otra ley en la materia, porque todo lo que realizaron desde el momento de decomisar sus artesanías hasta la entrega de las mismas, fue por medio de ocurrencias y acuerdos entre ellos que nada tienen que ver con la administración pública que tiene como marco jurídico la Constitución Mexicana federal y local, sus leyes y sus reglamentos, así como de la legislación en favor de Derechos de los Pueblos Indígenas.
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