Apenas llega uno a las gradas y se aprecia el mal olor, pestilencia, aunque el panorama es peor cuando se observa excremento y no es de las mascotas.
Cuando uno camina hacia la cancha de futbol rápido en la unidad deportiva, Agustín Flores Contreras, es incontenible el olor a orines, peor aun cuando la vista divisa excremento humano cerca de las gradas.
Es lamentable que un espacio público gratuito de esparcimiento y para la práctica de los deportes en favor de los jóvenes, se encuentre en tan lamentables condiciones.
Entre las gradas y la deteriorada cancha de futbol, existe un pequeño callejón en el que prácticamente cabe una persona, es largo, lo que mide la cancha y es ahí en donde este lugar es usado como baño público y para aventar platos y comida echada a perder.
“Son los jóvenes que se reúnen en las tardes a jugar, son muchos”, destaca una persona de avanzada edad.
A estos muchachos, en más de una ocasión a las 17 horas algunos policías los han sacado, por la cuestión de la contingencia del Covid-19.
“No son ellos, no son los jóvenes, cierto que se juntaban 25 o más, el problema son los indigentes que han hecho de la unidad deportiva, su casa, ante falta de oportunidades, de trabajo y dinero, es muy fácil para ellos dormir, comer y hacer del baño sin ninguna pena”, relató un servidor público.
Algunas familias advierten que ojalá las autoridades tomen cartas en el asunto.
