Por Mauricio Lira Camacho
NOTICIASPV
Paradas de camión, verdaderos cochineros que dejan usuarios irresponsables que tiran todo tipo de basura.
Al hacer un recorrido esta mañana, se pudo comprobar que es nula la cultura de limpieza de los ciudadanos, hoy las paradas de camión repletas de todo tipo de basura.
Ejemplo claro, la que se encuentra en el crucero de la avenida de ingreso, Francisco Medina, a la altura de la gasolinera y enfrente de plaza marina, con dirección de sur a norte.
En esa parada de camión, se observa de todo, botellas de alcohol, cubiertos desechables, restos de comida, bebida, huaraches, chicles y colillas de cigarro principalmente.
Eso demuestra que, gran parte de los ciudadanos, quienes usan el servicio de los camiones urbanos, no tienen la mínima idea de mantener los espacios limpios, libres de desperdicio.
Falta cultura y educación ambiental, aprender a respetar los espacios en donde se agrupa gente, queda demostrado, en aquellas paradas de camión en donde existen bolsas y botes de basura, lo que predomina es el desecho en la vía pública, banqueta y avenida.
Las personas no están acostumbradas a usar los cestos y receptores de basura, por ello tanta suciedad en las calles.
Aspecto que provoca problemas colaterales como es el daño con tanta contaminación, malos olores y de imagen urbana.
Prácticamente en casi todas las paradas de camión, el panorama que se tiene es similar, mucha basura alrededor de las estructuras.
Sobre todo, en avenidas como la Francisco Medina, Prisciliano Sánchez y la Francisco Villa, en donde existen paradas de camión, usadas por miles de usuarios al transporte público.
Lamentablemente, son escasos los botes y cestos para depositar como se debe la basura que se va generando día con día.
En ocasiones, estas mismas paradas de camión, son usadas para que personas del sexo masculino, jóvenes y trabajadores se pongan a ingerir bebidas alcohólicas dejando en las estructuras todas las botellas y botes de alcohol posibles, a la vista de todos.
Ahí, el servicio de recolección diaria de basura, tendría que hacer una doble labor, desperdiciando tiempo y recursos económicos, dejando pasar por alto, la responsabilidad de los vecinos en asumir los actos que le competen.
Sin embargo, al haber fallas en la educación y cultura ambiental, el resultado es suciedad en cada rincón en el municipio de Puerto Vallarta.
