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COLIMA, Col. (proceso.com.mx).– Un recluso murió y siete más resultaron heridos durante una riña entre prisioneros de grupos delictivos rivales ocurrida el sábado en el Centro de Reinserción Social (Cereso) de esta ciudad.
El enfrentamiento fue controlado con la intervención del personal de seguridad y custodia del centro penitenciario y de la Policía Estatal Acreditable (PEA), mediante un operativo en el que también participaron elementos de la Guardia Nacional y de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
La Secretaría de Seguridad Pública (SSP) estatal informó que el fallecimiento del reo se produjo tras ser agredido con “un objeto hechizo punzocortante”, mientras que dos internos heridos fueron trasladados a un hospital y cinco más sufrieron “golpes leves”, por lo que fueron atendidos en el área médica del reclusorio.
Frente a versiones iniciales en el sentido de que se había tratado de un motín, la SSP aseguró en un comunicado que fue una pelea “ocasionada por la rivalidad que prevalece entre algunas personas privadas de su libertad”.
La dependencia argumentó: “Una vez iniciada la pelea entre personas privadas de su libertad, los elementos estatales activaron los protocolos establecidos y, con equipo antimotines, ingresaron a los módulos en donde se registraron los hechos, logrando de inmediato el repliegue de las personas privadas de su libertad”.
Asimismo, una vez que fue controlada la situación, la SSP solicitó la presencia de personal de servicios periciales y del Ministerio Público del fuero común, con la finalidad de que se tomaran evidencias de los hechos y se realice una investigación que permita deslindar responsabilidades.
En el último año se ha registrado una serie de hechos de violencia en torno al Cereso, como el ocurrido el 23 de mayo de 2019, cuando se produjo el choque de miembros de dos grupos delincuenciales que dejó un saldo de tres presos heridos.
El 27 de septiembre se registró otro brote violento que dejó ocho reos heridos, uno de ellos de gravedad, la mayoría por impactos de piedras.
Poco más de un mes después, el 29 de octubre, fueron encontrados en el interior del Cereso los cuerpos semienterrados de dos reos que enfrentaban cargos por delitos contra la salud.
A principios de diciembre, en hechos distintos ocurridos a lo largo de tres días, custodios y trabajadores administrativos del Cereso fueron atacados a balazos en sus domicilios, de los que algunos resultaron heridos y uno de ellos murió.
