Por Mauricio Lira Camacho
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¡Ponte a trabajar!¡Estás joven!
Son solamente algunos gritos que recibe esta persona sobre la avenida Francisco Villa.
Su labor es solamente pedir limosna.
Ya tiene tiempo que tomó por asalto el crucero de las avenidas, Francisco Villa y Libramiento carretero, Luis Donaldo Colosio.
Se trata de una persona complexión delgada, tez blanca, pelo largo canoso, con facciones saludables, en sus cinco sentidos y sus extremidades funcionando, que entre las 12 horas y las 15 horas de lunes a viernes, se encarga de salir a la avenida con el objetivo de pedir dinero a los automovilistas, a los que toca luz roja del semáforo.
Su peculiaridad es que no se dirige con la mirada a los conductores, solamente pasa por entre las unidades con la cara agachada y extendiendo la mano.
Algunos automovilistas desde el lado opuesto de la avenida le han llegado a gritar que se ponga a trabajar.
Que está en buena edad productiva y se ponga a buscar trabajo, que si hay pero lamentablemente muchas de las personas, quienes viven en este destino de playa, lo único que quieren es ganar dinero sin hacer nada.
Algunos peatones o encargados de negocios en la zona, advierten que ha crecido el número de personas que no venden ni hacen nada productivo en estos lugares, solamente se instalan en el crucero y piden dinero.
Es molesto y estas personas generan una mala imagen para esta parte de la ciudad.
En ocasiones, aunque es poco frecuente se llegan a juntar vendedores de chicles, de flores, quienes piden limosna, malabaristas y franeleros.
Es todo un paisaje lamentable, que habla de las faltas de ganas de las personas en edad productiva de buscar trabajo y aceptar condiciones para recibir un salario seguro.