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CIUDAD DE MÉXICO (apro).- En México no ha cambiado la situación sobre “la tortura y los malos tratos”, pues las fuerzas policiales siguen utilizando esa práctica de manera recurrente, incluidas violaciones, asfixia y descargas eléctricas.
Así lo señaló el nuevo Relator Especial sobre la Tortura de las Naciones Unidas, Nils Melzer, al presentar el informe de seguimiento sobre la misión que hace dos años realizó al país su antecesor Juan Méndez.
“Varias organizaciones manifiestan que la tortura sigue siendo perpetrada de forma generalizada por parte de las fuerzas de seguridad y agentes de investigación. Esta es comúnmente usada para la obtención de confesiones o como método de castigo. Entre los métodos de tortura se aplican la ”, destaca el informe presentado hoy por Melzer en la sesión del Consejo de Derechos Humanos que se celebra en Ginebra.
El Relator sostuvo que la eliminación de la tortura es un desafío fundamental, y por ello –agregó– es importante promulgar la Ley General sobre la Tortura, con disposiciones apegadas a los más altos estándares internacionales.
“La tortura, la cual incluye en alarmantes ocasiones el uso de la violencia sexual, se utiliza para castigar o extraer información o confesiones. A esto se le suma un contexto de impunidad grave, donde la falta de investigación de estos hechos es la regla”, dice el informe de seguimiento, de acuerdo con un despacho informativo de la agencia AFP.
El reporte añade que “a pesar de los pronunciamientos de autoridades públicas, no se observan investigaciones imparciales e independientes, y todo ello tiene vínculos con la impunidad que prevalece en México”.
Además la ONU solicita a México que, en una ley que estaría a punto de ser promulgada, no haya “excepciones a la regla de exclusión de las pruebas obtenidas mediante tortura”.
También exhorta a que “los casos de violaciones de los derechos humanos sean de competencia civil, aunque sean cometidos por militares contra militares”.
La delegación del gobierno mexicano agradeció la presentación del informe, y reafirmó “su disposición a continuar el diálogo constante y constructivo” con el Relator Nils Melzer.
En ese sentido, la relatoría pidió al gobierno de Enrique Peña Nieto hacer mejores esfuerzos para que la tortura, las desapariciones forzadas, la persecución a víctimas y defensores de derechos humanos, así como la impunidad, dejen de formar parte de la cotidianidad. En ese sentido, alentó al Estado a dar cumplimiento a las recomendaciones formuladas en el informe.