Lo poco que falta es terracería
El último tramo de la calle Montessori en el municipio de Puerto Vallarta, se encuentra en pésimas condiciones, por lo que vecinos y automovilistas, solicitan ayuda urgente del actual gobierno municipal.
Más del 80% de la vialidad se encuentra en perfectas condiciones, pero el restante entronque con la avenida, Francisco Medina, está en malas condiciones.
En Puerto Vallarta, la calle Montessori se encuentra en un estado deplorable que afecta gravemente a los residentes y transeúntes de la zona.
La superficie de la calle está llena de tierra, lo que genera una serie de inconvenientes tanto para los peatones como para los conductores.
Este problema no solo dificulta la movilidad diaria, sino que también representa un peligro significativo para la seguridad vial.
La acumulación de tierra en la calle Montessori ha creado una capa resbaladiza que aumenta el riesgo de accidentes. Los vehículos tienen dificultades para frenar y mantener el control, especialmente durante las lluvias, cuando la tierra se convierte en barro.
Los peatones, por su parte, se ven obligados a caminar por superficies inestables, exponiéndose a caídas y lesiones. Este estado de abandono es una clara señal de la falta de mantenimiento y atención por parte de las autoridades municipales.
Los residentes de la calle Montessori han expresado repetidamente su frustración ante la falta de respuesta de las autoridades locales.
A pesar de múltiples quejas y solicitudes de reparación, la calle continúa en un estado precario. La tierra no solo afecta la seguridad y la movilidad, sino que también contribuye a la contaminación del aire, afectando la salud de quienes viven y transitan por la zona.
Esta situación es inaceptable en una ciudad que aspira a ser un destino turístico de primer nivel.
Es imperativo que las autoridades de Puerto Vallarta tomen medidas inmediatas para reparar y mantener la calle Montessori.
La mejora de esta vía no solo beneficiaría a los residentes locales, sino que también mejoraría la imagen de la ciudad ante los visitantes.
Un compromiso real con el mantenimiento de la infraestructura urbana es esencial para garantizar la seguridad y el bienestar de todos los habitantes.
La calle Montessori no debe seguir siendo un símbolo de abandono y desatención; es hora de que las autoridades actúen con responsabilidad y diligencia.