En entrevista con Infobae México, el exjefe de Operaciones Internacionales de la Agencia Antidrogas de EEUU explicó las diferencias entre el narcotraficante mexicano y el colombiano
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La detención de Ismael El Mayo Zambada García ha generado mucha información sobre la relevancia de su captura. El líder del Cártel de Sinaloa sobrevivió en libertad siendo cabecilla durante cuarenta años. Su fama a nivel político y en el mundo criminal lo ha llevado a ser comparado con el colombiano Pablo Emilio Escobar Gaviria, exlíder del Cártel de Medellín. Pero ¿ambos narcotraficantes son comparables?
Para resolver esta pregunta, Infobae México consultó a Mike Vigil, el exjefe de Operaciones Internacionales de la Administración de Control de Drogas de EEUU (DEA, por sus siglas en inglés), quien indicó que los narcotraficantes no son comparables y expuso sus argumentos.
“Es como comparar a Mohamed Alí peleando contra un novato en preparatoria. Pablo Escobar, la única cosa que él manejaba era cocaína. Simplemente cocaína. Mayo Zambada traficaba cocaína, heroína, marihuana, metanfetamina, fentanilo”, explicó el exagente de la DEA a esta casa editorial.
Otro de los argumentos que mencionó Vigil es que el Cártel de Sinaloa opera en seis de los siete continentes.
“El de Pablo Escobar, principalmente, traficaba cocaína a los Estados Unidos. Y aparte el Cártel de Sinaloa está metido en el robo de petróleo, en la industria de aguacate, de limón y limas; en la industria de pesca. Y están ganando millones de dólares en el tráfico de migrantes”, argumentó el ex agente estadounidense
“No hay ninguna comparación en este sentido, lo que sí era Pablo Escobar es que fue mucho más violento que Zambada, pero de grande en temas de cártel y tráfico de drogas y otras cosas es Mayo Zambada”, abundó Mike Vigil.
Pablo Escobar fue un narcotraficante colombiano conocido por ser uno de los criminales más ricos y poderosos de la historia. Nacido el 1 de diciembre de 1949 en Rionegro, Colombia, Escobar fundó y lideró el Cartel de Medellín, una organización responsable de una gran parte del tráfico de cocaína hacia los Estados Unidos en las décadas de 1980 y 1990.
La influencia de Escobar se extendía tanto en el ámbito criminal como en la política y la sociedad colombiana. Utilizaba tácticas de terrorismo y soborno para mantener su control, llegando incluso a declarar una guerra abierta contra el Estado colombiano.
Escobar fue abatido por las fuerzas de seguridad colombianas el 2 de diciembre de 1993 en Medellín. A pesar de su muerte, su legado continúa siendo parte de la historia del narcotráfico y la criminalidad en Latinoamérica.
En el caso de Zambada García, según Insight Crime, es uno de los más notorios narcotraficantes en la historia de México. Su carrera comenzó en las filas del Cártel de Juárez en los años ochenta y noventa, bajo la tutela de Amado Carrillo Fuentes, alias El Señor de los Cielos.
Tras la muerte del líder del Cártel de Juárez, Zambada García formó su propia organización delictiva. Con la debilitación del Cartel de Tijuana, el narcotraficante sinaloense expandió su control sobre las rutas de contrabando a través de Sonora y Baja California, dominando el envío y la producción de heroína, metanfetaminas y fentanilo hacia los Estados Unidos.
El éxito de El Mayo Zambada, según el portal especializado, no residía solo en su destreza para navegar el mundo del narcotráfico, sino también en su habilidad para mantener un perfil bajo y eludir las fuerzas de la ley por décadas.
En su última década como líder del Cártel de Sinaloa, su círculo de confianza se fue reduciendo considerablemente. Las autoridades capturaron a su hermano, a dos de sus hijos y a un sobrino entre 2010 y 2019. Sus hijos Ismael Zambada Imperial, alias El Mayito Gordo, y Vicente Zambada Niebla, alias El Vincentillo, así como su hermano Jesús El Rey Zambada, fueron capturados y extraditados a los Estados Unidos.
Otro de sus hijos, Serafín Zambada Ortíz, fue arrestado en Arizona en 2013, pero liberado en 2018. Estas capturas no solo debilitaron su red operativa, sino que algunos de los detenidos colaboraron con la justicia estadounidense, testificando, por ejemplo, en el juicio de El Chapo en Nueva York en 2019.
El Cartel de Sinaloa, bajo la dirección de El Mayo Zambada, manejaba gran parte de la producción de heroína, marihuana, metanfetaminas y fentanilo en México. También participaban intensamente en el tráfico de cocaína desde Sudamérica y en esquemas de lavado de activos por todo el país, involucrando a varias empresas que presuntamente obtuvieron contratos gubernamentales, según las investigaciones del Departamento del Tesoro de Estados Unidos.
Zambada enfrenta múltiples acusaciones en diversas cortes federales de Estados Unidos por supervisar el tráfico de grandes cantidades de drogas hacia este país. Antes de su captura, el gobierno estadounidense ofrecía una recompensa de hasta 15 millones de dólares por información que llevara a su detención. Hasta el momento, las autoridades mexicanas no han proclamado si buscarán su extradición a México.
Con su captura, queda la incógnita sobre quién heredará el liderazgo dentro de su facción. Se presume que su hijo Ismael Zambada Sicairos, alias El Mayito Flaco, quien no ha sido arrestado, podría asumir este rol.