Colectivos de búsqueda fueron relegados durante el recorrido oficial en Teuchitlán, donde se dio paso primero a influencers y prensa
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La visita organizada por autoridades estatales y federales al Rancho Izaguirre, en el municipio de Teuchitlán, Jalisco, desató una oleada de críticas luego de que influencers y periodistas afines al oficialismo ingresaron al predio antes que los colectivos de familiares de personas desaparecidas.
El lugar fue encontrado el pasado 5 de marzo por madres buscadoras y ha sido señalado de ser un posible centro de exterminio y adiestramiento del crimen organizado. La magnitud de prendas halladas, las irregularidades que permitieron operar al predio y los crudos testimonios de quienes lograron sobrevivir y salir, han puesto este caso en los ojos de todos, incluso a nivel internacional.
Entre algunos de los influencers que se dieron cita al predio Rancho Izaguirre estaban Jorge Manuel Suárez Azcargota, Juncal Solano, Manuel Pedrero, Polo Puga y Hans Salazar, así como algunas cuentas afines a la 4T como La Catrina Norteña y Revista Polemón.

Su presencia, ampliamente difundida en redes sociales, generó indignación por parte de activistas, familiares y periodistas, quienes calificaron el recorrido como insensible, revictimizante y orientado a controlar la narrativa mediática.
El influencer Jorge Manuel Suárez Azcargota, quien publicó un video en sus redes, fue de los primeros en entrar al lugar: “El Gobierno del Estado nos permitió, literalmente, ‘vengan, documenten’ y es lo que estamos haciendo”, afirmó en su clip. También señaló que no había evidencia de crematorios, madera, instalaciones de gas ni ceniza acumulada.
Por su parte, Juncal Solano, quien también es regidora de Tonalá, dejó de lado su puesto y regresó a ser influencer. En uno de sus videos declaró: “Día muy triste, difícil recorrido que ninguna madre, padre, hermanos deberían de hacer… buscar a unos de los suyos por desaparición. Importante señalar que en este rancho no había crematorios”. Su mensaje fue replicado por otros creadores de contenido, como Hans Salazar, quien afirmó: “No se ve ningún crematorio, ningún indicio de eso… No hay hornos crematorios”.
Cuentas como Revista Polemón publicaron: “Teuchitlán no es Auschwitz. No hay evidencia de hornos crematorios”. Otros espacios replicaron esa narrativa, asegurando que se trataba de un “narco-campo de entrenamiento” y no de un sitio de exterminio.
Otros personajes también fueron criticados por ir a tomarse la selfie en el lugar, como la columnista Lourdes Mendoza. En redes sociales circuló el momento en el que era fotografiada en el lugar.

Críticas por trato preferencial
Periodistas, activistas y usuarios en redes sociales condenaron el acceso prioritario de influencers y medios oficialistas, señalando que se permitió su entrada mientras madres y padres buscadores esperaban bajo el sol, limitados a estancias de apenas 20 minutos.
El periodista Óscar Balderas escribió en su cuenta de X: “Hasta para eso son inútiles y revictimizantes: los organizadores de la visita permitieron primero la entrada a influencers y periodistas y luego a los padres y madres buscadoras”. Por su parte, la periodista Laura Sánchez Ley denunció: “Es increíble la falta de respeto, de sensibilidad de todo. Columnistas e influencers posando, tomándose fotos y disfrazados en Teuchitlán”.

En otros mensajes, usuarios cuestionaron el objetivo del recorrido: “¿Qué valor jurídico o periodístico aportan estos ‘influencers’ en el caso de Teuchitlán? Puro morbo e insensibilidad con el dolor de las familias”. También hubo reclamos legales: “¿Cuál es el fundamento jurídico para dejar ingresar primero a influencers y no a las madres buscadoras?”.
Colectivos acusan manipulación y montaje
Familiares denunciaron que el lugar había sido intervenido previamente por las autoridades. “Esto es un museo, no una escena de investigación”, declaró una madre buscadora. En una de las escenas más difundidas, una mujer golpeó el suelo con fuerza y gritó: “¡Está hueco!”, solicitando una pala para verificar el terreno que, según su experiencia, podría ocultar una fosa clandestina en un lugar que las autoridades ni siquiera inspeccionaron
Otras madres señalaron que las zonas donde antes se habían encontrado prendas y restos óseos ya estaban arregladas, pintadas y barridas. Patricia Sotelo, madre de una joven desaparecida, afirmó: “Lo pintaron, lo barrieron, lo arreglaron todo. Es un circo, una burla para nuestro dolor”.
En declaraciones a medios, Raúl Servín, integrante de Guerreros Buscadores, indicó: “Esto es un teatro. Queríamos ver dónde estuvieron privados de la libertad, pero todo está acordonado. No se puede trabajar así”.
Durante la visita, también se registraron forcejeos entre familiares y funcionarios de la Fiscalía. Algunos lograron entrar después de insistir durante horas. “¡Hijo, escucha, tu madre está en la lucha!”, gritaban al ingresar.