En ocasiones falta de unidades y en otras de tiempo, son la diferencia entre la vida y la muerte
Hace unos días, se presentó una polémica en Soriana Hiper, debido a que ciudadanos informaron que a una persona le dio un infarto y murió.
Su vida pudo haberse salvado si el personal médico hubiera llegado a tiempo al lugar de los hechos.
Este es uno de los mensajes enviados a #NoticiasPv, #NoticiasPuertoVallarta y #NoticiasPVNayarit, explicando la situación.
«Me tocó este tema hace unos días afuera de las instalaciones del Soriana Hiper, lamentable perdida por infarto y negligencia en demorar más de 30 minutos en llegar la ambulancia y al final pasar un reporte que el señor se había caído y cuando se dijo era paro cardíaco».
En el municipio de Puerto Vallarta, la presencia oportuna del personal médico, tanto en instituciones privadas como públicas, se erige como un pilar fundamental para preservar la salud y salvar vidas.
La puntualidad de estos profesionales de la salud es una variable crítica que incide directamente en la capacidad de respuesta ante situaciones de emergencia.
La velocidad con la que el personal médico llega a su destino puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte de los habitantes de esta encantadora localidad.
La relevancia de la puntualidad se intensifica en el contexto de emergencias médicas, donde cada minuto cuenta.
En un entorno que abarca desde las playas soleadas hasta las montañas imponentes, el acceso rápido a la atención médica se convierte en un factor determinante para mitigar el impacto de situaciones críticas.
Tanto los centros médicos privados como los públicos desempeñan un papel crucial al garantizar que su personal llegue a tiempo, lo que puede marcar la diferencia entre una intervención médica exitosa y una tragedia evitable.
Además de la urgencia en casos de emergencia, la puntualidad del personal médico también contribuye a la eficacia de los servicios de atención médica preventiva.
La programación de consultas, exámenes y tratamientos requiere una gestión del tiempo meticulosa por parte de los profesionales de la salud, asegurando que los pacientes reciban la atención necesaria en el momento justo.
Esta prontitud no solo mejora la eficiencia del sistema de salud, sino que también promueve la confianza y la satisfacción de la comunidad con los servicios médicos disponibles en el municipio.
En resumen, la puntualidad del personal médico, ya sea en instituciones privadas o públicas, es un factor esencial para el bienestar de la comunidad de Puerto Vallarta.
En un entorno donde la geografía diversa y las emergencias médicas imprevisibles son parte de la realidad cotidiana, llegar a tiempo significa no solo cumplir con un horario, sino también brindar la atención necesaria para preservar vidas y promover la salud de la población local.
Por Mauricio Lira Camacho
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