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CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Armando Saldaña Flores, quien laboró para Rosario Robles Berlanga en las secretarías de Desarrollo Social (Sedesol) y de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), se sumó a la lista de personas vinculadas a proceso por su presunta participación en los multimillonarios desvíos operados por el equipo de la exfuncionaria a través de entes públicos estatales.
El juez federal Marco Antonio Fuerte Tapia determinó que, durante su gestión como director general de Ordenamiento Territorial y Atención a Zonas de Riesgo en la Sedatu, Saldaña firmó un convenio fraudulento con la Universidad Politécnica Francisco I. Madero, del estado de Hidalgo, a través del cual se desviaron 185 millones de pesos, según la Auditoría Superior de la Federación (ASF).
El acuerdo consistía en el servicio profesional y técnico para el desarrollo del sistema de operación de los servicios del Centro Ciudad de las Mujeres de Tlapa de Comonfort, Guerrero.
No obstante, la Fiscalía General de la República (FGR) sostuvo que se trató de un contrato indebido, ya que de acuerdo con los datos de prueba las condiciones eran que la Universidad Politécnica no podía subcontratar más de 49% de lo acordado a un tercero, pero le pagó casi el 98%.
En la Sedatu, Saldaña actuaba bajo el mando de Enrique González Tiburcio, uno de los colaboradores más cercanos a Robles, de la que incluso fue jefe de asesores en la Sedesol y posteriormente se desempeñó como subsecretario de Ordenamiento Territorial.
González Tiburcio también firmó el convenio fraudulento y fue acusado por las autoridades de participar en los desvíos, no obstante, interpuso un amparo para no comparecer.
A principios de año la FGR informó que su investigación sobre los desvíos multimillonarios abarca a 70 exfuncionarios de la Sedesol y la Sedatu, seis de los cuales ya fueron vinculados a proceso.
Durante las gestiones de Robles en ambas dependencias se desviaron más de 5 mil millones de pesos a través de esquemas de “simulación de servicios” que involucraron convenios firmados con entes públicos estatales, y a menudo empresas fantasmas.
A pesar de que la ASF reveló las maniobras fraudulentas desde febrero de 2015, y que año tras año denunció los desvíos multimillonarios, Robles Berlanga mantuvo al mismo equipo directivo y lo conservó cuando pasó de la Sedesol a la Sedatu.
Dentro de ese equipo destacan Emilio Zebadúa González como oficial mayor, por cuya oficina pasaron los convenios, y Humberto René Islas Cortés en la Dirección General de Recursos Materiales (DRGM), señalada en varias auditorías.
Robles también preservó a Gustavo Rodríguez González en la dirección de Comunicación Social, a Enrique Prado Ordoñez en la Dirección de Licitaciones y Adjudicaciones de Contratos de Bienes y Servicios, y a su amigo Ramón Sosamontes Herreramoro como “asesor” en la Sedatu, entre otros.