Guadalajara, Jal. Periodistas jaliscienses se manifestaron en el parque Revolución para exigir justicia y pedir seguridad en su oficio, tras los asesinatos en lo que va del mes de marzo de Miroslava Breach Valducea, corresponsal de La Jornada en Chihuahua, además de Ricardo Monlui Cabrera, director de la publicación digital El Político, en Veracruz, y Cecilio Pineda, reportero policiaco de la región de Tierra Caliente, en Guerrero.
“El asesinato de Miroslava Breach Valducea es una puñalada estratégica que dieron por el ejemplar periodismo que ejercía, por su perfil, porque reporteaba violaciones a los derechos humanos, porque reveló alianzas maliciosas entre el sistema político corrompido por la delincuencia organizada, porque hacía eco de la voz de los no escuchados”, se leyó durante la manifestación que reunió al menos a 50 reporteros, fotoreporteros y camarógrafos.
El grupo, con pancartas y consignas que exigían “ni uno más”, se instaló en el cruce de las avenidas Juárez y Federalismo, en el centro de la ciudad, al paso de miles de paseantes dominicales que en bicicleta o a pie recorrían la vía recreativa que cada fin de semana se cierra al tráfico vehicular par disfrute ciudadano.
“Extra, extra, están matando periodistas”, se gritaba, señalando que los periodistas no son personajes de una clase especial ni se exigía un trato privilegiado.
“Lo que pedimos son sólo las garantías constitucionales para poder seguir haciendo periodismo y ejercer la libertad de expresión sin que nuestra integridad física, psicológica y emocional se vea abatida por violencia revanchista, porque incomoda lo que narramos o porque no conviene saber la verdad”.
En el manifiesto leído, se criticó el “elefante blanco” llamado Mecanismo de Protección, instaurado sin mayores resultados por la Secretaría de Gobernación.
“Quien nos debe cuentas claras y efectividad en su mandato es la Fiscalía Especializada de Atención a Delitos cometidos contra la Libertad de Expresión (Feadle) de la Procuraduría General de la República. En seis años hay un acumulado de 900 averiguaciones abiertas por delitos contra periodistas y sólo dos han culminado en condenas, el 99.5 de los casos no han recibido justicia. Eso que en este país se ha vuelto una metáfora de vacío”.
Se dijo también que muchos periodistas acuden al ministerio público a interponer una denuncia cuando son amenazados, pero se les busca persuadir, o se pierden expedientes, no existe transparencia en las investigaciones y hasta se criminaliza a los denunciantes o víctimas.
“Basta de evadir la facultad que tiene la Feadle para atraer las investigaciones y explorar la línea de la labor periodística como un motivo de asesinato, desaparición y agresión. Basta de regatear medidas de protección, de imponer medidas irracionales para una labor compleja como lo es reportear”.
También se afirmó que funcionarios de primer, segundo y tercer nivel son responsables de procesar inadecuadamente la protección a quienes se acogen al mecanismo como última opción de seguridad, que se ponen peros burocráticos cuando la reglamentación de la ley de protección ordena el principio pro persona, es decir de la protección más amplia y acorde a la realidad de cada persona en riesgo bajo los más estrictos estándares internacionales.
“No hay crímenes contra periodistas que nos duelan más que otros, simplemente entendemos el mensaje, incomodar con lo que publicamos apegados a principios éticos tiene consecuencias mortales, no se salva Javier Corral, no se salva Miguel Ángel Osorio Chong, no se salva Enrique Peña Nieto ni los treintaitantos funcionarios de la Subsecretaría de Derechos Humanos que cobran a cuenta del mecanismo o los tres ministerios públicos federales asignados a los casos de la Feadle. Mucho menos los diputados y senadores, ya no queremos iniciativas, inicien sanciones administrativas y penales contra quienes obstaculizan la debida protección y el acceso a la justicia”, se exigió.
Los periodistas jaliscienses advirtieron que seguirán saliendo a las calles a protestar por la “barbarie” en que vive México, pero se espera que ya no a gritar el nombre de alguien más muerto por su labor informativo.
“Justicia para Miroslava, ni un periodista más, no se mata la verdad matando periodistas, al matar un periodista se acuchilla la democracia”, fue el mensaje con el que cerró la manifestación.