Por Mauricio Lira Camacho
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Existe incertidumbre entre quienes pagan y no impuestos.
Sobre todo en puestos semi fijos que deambulan en la vía pública.
Puestos de comida en autos entre la formalidad y la informalidad de pagar impuestos, y es que en todos los rincones del municipio de Puerto Vallarta existen autos, cuyos dueños se encargan de vender todo tipo de comida, las autoridades de los tres niveles de gobierno nunca han hecho operativos, para supervisar si hay o no pago de impuestos.
Afuera de los centros comerciales, escuelas, oficinas gubernamentales y sobre avenidas, para nadie es un secreto, la existencia de una gran cantidad de vehículos cuyos dueños venden todo tipo de comida, desde tostadas, tacos hasta tortas.
Por años, dueños de establecimientos y puestos formales de venta de comida, se han quejado de la informalidad en la que incurren algunos prestadores del mismo servicio.
Esto debido a que un comerciante formal, paga luz, agua, impuesto predial, seguro social y prestación de servicios, sobre todo cuando se tiene personal.
La queja contra autoridades de los tres niveles de gobierno, municipal, estatal y federal, es la falta de inspección y supervisión en contra de los servicios, prestadores y dueños de estas unidades que ejercen una actividad de venta de comida.
Los dueños de estas unidades solamente necesitan desde una hasta tres horas al día para dejar sus coches con venta de alimentos a la ciudadanía.
Afuera de las instalaciones de la clínica número 42 del Instituto Mexicano del Seguro Social, IMSS, se instala una señora a vender comida a las personas que llegan a la sala de urgencias.
Solamente ocupa hasta 3 horas para terminar de vender sus productos, a lo largo de la avenida de ingreso, Francisco Medina, es fácilmente observar como algunas personas se instalan con sus vehículos y en poco tiempo venden toda la comida, las ganancias que obtienen son netas para el o los propietarios.
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