Participa en más de 300 reacciones corporales que ocurren constantemente
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Una gran parte de lo que consumimos contiene magnesio e incluso en infinidad de notas de salud o gastronomía se destaca que tal o cual alimento contiene más o menos mineral.
Sin embargo, la pregunta surge, ¿Qué es, cuál es su importancia, qué pasa si no lo consumo?
¿De qué va?
Es el cuarto mineral más abundante en el cuerpo y ayuda con más de 300 reacciones corporales que ocurren constantemente. Aproximadamente el 50% del magnesio se encuentra en los huesos y la otra mitad se divide entre las células que forman los tejidos y órganos. Colabora en la formación de proteína, masa ósea y ADN (el material genético presente en las células).
La mayor parte del magnesio proviene de las verduras, como las de hoja verde oscura. No obstante, su deficiencia puede ocurrir en personas que consumen alcohol en exceso o en aquellas que absorben menos magnesio debido a quemaduras, niveles bajos de calcio en la sangre o problemas para absorber los nutrientes desde el tubo digestivo.
Es vital para mantener el funcionamiento normal de los músculos y nervios, brinda soporte y salud al sistema inmunológico sano, mantiene constantes los latidos del corazón y a que los huesos permanezcan fuertes, aunado a que también participa en la regulación de los niveles de glucosa en la sangre y en la producción de energía y proteína.
La insuficiencia de éste mineral puede generar alguno de los siguientes padecimientos:
- Entumecimiento.
- Hormigueo.
- Calambres musculares.
- Convulsiones.
- Cambios de personalidad.
- Anomalías en el ritmo cardíaco.
- Diarrea crónica.
- Poliuria (Orina excesiva).
- Hiperaldosteronismo (Excesos de la hormona aldosterona en la sangre).
¿Cuánto se necesita?
La cantidad de mineral que requiere nuestro cuerpo depende de la edad y sexo. A continuación se indican las cantidades promedio recomendadas por día en miligramos (mg):
- Bebés hasta los 6 meses – 30 mg.
- Bebés de 7 a 12 meses – 75 mg.
- Niños de 1 a 3 años – 80 mg.
- Niños de 4 a 8 años – 130 mg.
- Niños de 9 a 13 años – 240 mg.
- Adolescentes (masculino) de 14 a 18 años – 410 mg.
- Adolescentes (femenino) de 14 a 18 años – 360 mg.
- Hombres 400 a 420 mg.
- Mujeres 310 a 320 mg.
- Adolescentes embarazadas – 400 mg.
- Mujeres embarazadas 350 a 360 mg.
- Adolescentes en período de lactancia – 360 mg.
- Mujeres en período de lactancia 310 – 320 mg.
A corto plazo, la insuficiencia del magnesio no produce síntomas evidentes, cuando esto sucede los riñones lo retienen limitando la cantidad que se elimina en la orina. Sin embargo, de forma prolongada, el consumo de ciertos medicamentos o algunas enfermedades la pueden causar.
El alto consumo de magnesio vía suplementos dietéticos o medicamentos puede causar diarrea, náuseas y cólicos estomacales, hasta puede provocar un ritmo cardíaco irregular y paro cardíaco.