Los nexos entre el exoperador del Cártel de Sinaloa y el descendiente del cantante mexicano fueron expuestos por la periodista Olga Wornat
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En diciembre de 2021, la periodista argentina Olga Wornat publicó la biografía no autorizada del cantante Vicente Fernández, titulada El último rey. El libro, además de retratar la vida del ‘Charro de Huentitán’, también exponía los nexos que uno de sus hijos mantuvo con personajes del narcotráfico.
El ídolo de la música regional mexicana tuvo tres hijos con María del Refugio Abarca: Vicente, Alejandro y Gerardo Fernández. A ellos se suma Alejandra, hija de la hermana de su esposa a quien adoptaron cuando era niña.
Cada uno tomó rumbos distintos. Alejandro y Vicente Jr siguieron los pasos de su padre y se introdujeron en la industria musical. Gerardo, por su parte, se desenvolvió en el ámbito empresarial en un primer momento y, de los tres, es el que mantiene el perfil más bajo.
De acuerdo con Olga Wornat, Gerardo Fernández fue quien se relacionó con un alto mando del Cártel de Sinaloa que incluso era requerido por la justicia estadounidense debido a su involucramiento en el tráfico de drogas: Ignacio ‘Nacho’ Coronel Villarreal.
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De acuerdo con Wornat, la relación entre Gerardo Fernández Abarca y Nacho Coronel se mantuvo cuando éste último vivía en el estado de Jalisco en la década de los 2000. Además de compartir la afición por caballos, el capo duranguense solía visitar un restaurante ubicado en Tlajomulco de Zúñiga que operaba la familia de Vicente.
“Está absolutamente probada la relación con Nacho Coronel. Iba a comer al restaurante Los Tres Potrillos, tengo el nombre con que pedía una mesa. Gerardo le vendía caballos”, señaló la periodista en entrevista con El Universal sobre los vínculos de Gerardo con el narcotráfico.
Los nexos entre ambos personajes también quedaron expuestos tras el secuestro de Vicente Fernández Jr., ocurrido el 13 de mayo de 1998. Aquel día, el hijo del intérprete de A mi manera fue privado de su libertad cuando salía del rancho “Tres Potrillos”, ubicado a 20 kilómetros de Guadalajara.
Durante 121 días, Vicente Fernández Jr. estuvo secuestrado por integrantes de un grupo criminal conocido como “Los Mochadedos”, quienes le amputaron dos dedos. Su liberación se logró a cambio de un pago de USD un millón 600 mil, equivalentes a más de 25 millones de pesos mexicanos.
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“No sé quién le mochó los dedos, pero el pago lo lanzaron desde una avioneta y yo lo fui a recoger. Fue por el lado de Acaponeta, Nayarit”, declaró Jorge Lugo Serrano, detenido en septiembre de 2002 y sentenciado a 50 años de prisión por su responsabilidad en los hechos.
Tras la liberación de Vicente Jr., socios de Nacho Coronel y de Orlando Nava Valencia (exlíder del llamado Cártel del Milenio) contactaron a Gerardo Fernández y le ofrecieron cobrar venganza en contra de los secuestradores de su hermano.
“Según fuentes judiciales y policiales, emisarios de Ignacio Nacho Coronel y de su socio, Orlando El Lobo Nava Valencia, ambos residentes de Guadalajara, contactaron a Gerardo Fernández Abarca y se ofrecieron a ‘acabar con todos’”, indica Wornat en el libro mencionado. Vicente Fernández estuvo al tanto de la situación y ordenó a Gerardo no acceder a dicho ofrecimiento, toda vez que él ya había “perdonado” a los secuestradores.
De acuerdo con la periodista argentina, “los ranchos de Nacho Coronel y del Lobo estaban en las cercanías de Los Tres Potrillos (…) Se conocían. Para el cártel, Vicente Fernández era un ídolo popular, un intocable”.
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Qué pasó con Nacho Coronel
Ignacio Coronel Villarreal fue abatido durante un enfrentamiento con elementos militares el 29 de julio de 2010, en una residencia ubicada en la colonia Colinas de San Javier, en el municipio de Zapopan.
Para ese entonces, Nacho Coronel era identificado como uno de los altos mandos del Cártel de Sinaloa, sólo por detrás de Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán e Ismael ‘El Mayo’ Zambada. Incluso, el Buró Federal de Investigaciones (FBI) ofrecía hasta USD 5 millones por su captura.
En cuanto a Vicente Fernández, perdió la vida el 12 de diciembre de 2021 a sus 81 años de edad, debido a complicaciones derivadas de la caída que sufrió en el mes de agosto.
