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La reactivación de las averiguaciones previas en contra de Nestora Salgado forma parte de una estrategia maquiavélica para golpear la figura de la luchadora social –quien ya había sido exonerada por los cargos de secuestro, homicidio y robo que enfrentaba–, pero también para afectar a la coalición Juntos Haremos Historia, afirmaron activistas civiles, quienes consideraron que la campaña del abanderado priísta José Antonio Meade contra Salgado es también una forma de deslegitimar la justicia basada en usos y costumbres.
Manuel Olivares, director del Centro Regional de Defensa de Derechos Humanos José María Morelos y Pavón, consideró que los señalamientos en contra de la fundadora de la Policía Comunitaria de Olinalá, Guerrero, son una muestra lamentable del tono que adoptan muchas campañas electorales.
“Forma parte de los conocidos ‘juegos sucios’ que hay en este tipo de coyunturas políticas”.
Que se reabrieran seis causas penales contra la hoy aspirante al Senado por Morena es un juego maquiavélico que se usa para tratar de deslegitimar el trabajo de seguridad que realiza la Policía Comunitaria.
Adrián Ramírez, director de la Liga Mexicana en Defensa de los Derechos Humanos, puntualizó que los señalamientos en contra de la luchadora social son un acto deliberado de uso faccioso de los sistemas de justicia para descalificarla, cuando jurídicamente quedó demostrado la manipulación e inducción de los testigos que la acusan.
Esto nos habla de la bajeza, de la calidad de quien aprovechó la trascendencia mediática del debate para atacar a Nestora y a los sistemas de derecho consuetudinario, dijo, en alusión a Meade.
De nada servirá a los candidatos presidenciales, Meade y Ricardo Anaya, denostar y calumniar cobardemente a Nestora Salgado porque su derrota se prefigura ante el incremento del encono y la crispación que ambos partidos han heredado al pueblo de México; este arroz ya se coció y Morena, junto a Andrés Manuel López Obrador y Nestora ganará la elección, presagiaron los diputados federales de ese partido, Paola Félix y Virgilio Caballero.
Félix consideró necesario aportar información clara sobre el quehacer de Nestora como policía comunitaria en Guerrero, su caso se ha malinterpretado porque ella en su comunidad, y por usos y costumbres, tenía autorización para actuar en defensa de los pobladores de su región. Es evidente que detrás de la acusación de José Antonio Meade y de los reproches cobardes de Ricardo Anaya se encuentra una estrategia mediática en contra de Andrés Manuel López Obrador y nuestro partido.
Dijo que a 34 días del primero de julio la gente ya decidió por quién votar. Ninguna campaña la hará cambiar de parecer.
Virgilio Caballero declaró que en contra de Nestora Salgado no existe delito qué adjudicarle. Ella ya fue absuelta.
El coordinador del PT-Morena en el senado, Manuel Bartlett recalcó que es la estrategia sucia a la que se aferran el PRI y el PAN para golpear a López Obrador.
El senador Luis Humberto Fernandez, resaltó que Meade, ya confesó que el problema no es con Néstora Salgado ni con Napoleón Gómez Urrutia, sino con López Obrador. Es decir, no busca justicia, sino golpear a un adversario que le lleva una gran ventaja