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En siete años, lo que era inicialmente un grupo de sicarios que servía a Ignacio Coronel Villarreal para enfrentar al cártel de Sinaloa se transformó en el cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), la organización con mayor presencia en el país en este momento.
El grupo delictivo, dirigido por Nemesio Oseguera, El Mencho, es también el mayor productor y comercializador de drogas sintéticas en el país y disputa territorios y rutas a los antiguos cárteles, revelaron funcionarios que participan en el Gabinete de Seguridad Nacional.
El grupo jalisciense se ha convertido en el mayor rival del cártel de Sinaloa, y con esta organización es con la que Dámaso López, El Licenciado – detenido el martes en Ciudad de México–, buscaba un acuerdo para trabajar conjuntamente.
Ayer, el titular de la Procuraduría General de la República (PGR), Raúl Cervantes Andrade, declaró que el cártel de Jalisco es ‘‘el (grupo delictivo) que tiene presencia en mayor número de estados de la República’’.
Bajan precios de drogas
Asimismo, dijo que esos grupos delictivos quieren ampliar su mercado y por ello han ‘‘bajado el precio de la droga; se está produciendo mucho más, lo que significa generar más adictos’’.
Las fuentes consultadas señalaron que la unión entre las organizaciones que dirigen Dámaso López Núñez y Nemesio Oseguera habría impulsado su presencia y la producción de drogas sintéticas en zonas como Michoacán, Sinaloa, Jalisco, Nayarit, Colima, Guerrero, Oaxaca y Guanajuato, ya que grupos como Los Caballeros Templarios o La Familia Michoacana han sido desarticulados y sus territorios se han convertido en zonas de disputa con los capos del Golfo y de Sinaloa.
Sin embargo, estas organizaciones se concentran más en la producción de mariguana y amapola, de donde se obtiene goma para heroína, y la producción de drogas sintéticas es la principal actividad tanto del CJNG como del grupo de El Licenciado, quien presuntamente estaba identificado como el sucesor de Joaquín El Chapo Guzmán en el cártel de Sinaloa.
En 2010, Ignacio Coronel Villarreal creó una banda de sicarios cuyo objetivo inicial era enfrentar a sus ex socios sinaloenses, y también arrebatar a Los Zetas sus zonas de influencia en estados como Guerrero y Veracruz. Para ello, según las fuentes federales, habría designado a Óscar Orlando Nava Valencia, El Lobo, ex líder del cártel del Milenio, grupo surgido en Michoacán, para que dirigiera las operaciones de lo que se conocería como Los Matazetas.
Tras la muerte de Coronel Villarreal, en junio de 2010, Los Matazetas se transformaron en Los Guerreros del cártel Jalisco Nueva Generación. Óscar Orlando Nava fue detenido y Nemesio Oseguera, El Mencho, asumió la dirección con apoyo de Erick Valencia, El 85; Abigail González Valencia, cuñado de El Mencho, y Martín Arzola Ortega, El 53.
Actualmente, las zonas de operación del CNJG se han extendido; además de las entidades antes mencionadas tienen presencia en Ciudad de México, Veracruz, Durango, Sonora, Chihuahua y Baja California, donde las autoridades consultadas refirieron que se ha incrementado la disputa por las zonas de narcomenudeo y donde las células de este grupo han desplazado el consumo de mariguana y cocaína por la venta de drogas sintéticas.
Asimismo, en las aduanas de Manzanillo, Colima, y Lázaro Cárdenas, Michoacán, el cártel jalisciense recibe cargamentos de efedrina y otros químicos necesarios para producir drogas sintéticas, además de que controla laboratorios clandestinos en entidades cercanas a estos puertos.
En tanto, Dámaso López Núñez, El Licenciado, quien no cuenta con ningún antecedente penal u orden de aprehensión librada por jueces del estado de Sinaloa, se convirtió en compadre de Joaquín El Chapo Guzmán y ganó su confianza, a tal grado que puso bajo su control el mercado de mariguana, heroína y cocaína, y la producción de metanfetaminas en el llamado Valle de San Lorenzo, que antes era controlado totalmente por El Mayo Zambada y que éste le cedió a petición de Guzmán Loera.
Esa zona es privilegiada y estratégica, porque permite el acceso al mar a través de las playas ubicadas en Eldorado, una comunidad que forma parte del Valle de San Lorenzo, o bien de Altata, en el municipio de Navolato, que también estaba bajo su poder.
Además, Dámaso López controlaba, junto con su hijo, Dámaso López Serrano, El Mini Lic, grupos de sicarios que enfrentaban a las bandas rivales que pretendían ocupar la capital sinaloense o la zona costera del centro del estado. López Núñez tenía también bajo su mando el control de la policía municipal de Culiacán.
Versiones extraoficiales señalan que Héctor Raúl Benítez fue impuesto por El Licenciado como secretario de seguridad pública. Benítez –yerno de Pedro Avilés, legendario narcotraficante de los 80– fue muerto a balazos por un comando muy cerca de su casa, en mayo de 2016.
En lo que va del año y como parte de estas pugnas entre los hijos de El Chapo –Iván Archivaldo y Alfredo–, y López Núñez, unos 13 policías han sido abatidos a tiros, la mayoría en Culiacán y otros dos permanecen desaparecidos. Aparentemente, los agentes muertos y levantados recibían órdenes directas de El Licenciado.