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El Fondo Monetario Internacional (FMI) redujo la previsión de crecimiento para México en 2019, lo mismo para el año próximo, en una revisión atribuida por el organismo a una menor llegada de inversión privada al país, incertidumbre política y un impulso más débil por Estados Unidos.
La baja en el crecimiento esperado para México afectó la previsión para América Latina y el Caribe.
Según previsiones del organismo, en el año de inicio del gobierno de Andrés Manuel López Obrador el producto interno bruto se ubicará en 2.1 por ciento, por debajo del 2.5 de la estimación de octubre. Para 2020 cayó de 2.7 a 2.2 por ciento.
La Secretaría de Hacienda prevé para este año un crecimiento de entre 1.5 y 2.5 por ciento.
Además, el crecimiento para 2018 cerrará en 2.1 por ciento, misma estimación considerada en octubre pasado. La cifra oficial la dará a conocer el Instituto Nacional de Estadística y Geografía a finales de este mes.
Durante la presentación de las Perspectivas Económicas Globales en el Foro Económico Mundial, Gita Gopinath, consultora económica y directora de investigación del FMI, expuso que la revisión a la baja de las expectativas en México, justo cuando entra un nuevo gobierno, tiene que ver con incertidumbre política y el efecto que se espera que ello tenga en la inversión privada.
Por otro lado, para América Latina se proyecta que el crecimiento repunte en los próximos dos años de 1.1 en 2018 a 2 por ciento en 2019, y 2.5 en 2020; sin embargo, ambas estimaciones están dos puntos porcentuales por debajo de lo previsto en el reporte de tres meses atrás.
Las revisiones (para América Latina) se deben a perspectivas de menor crecimiento en México en 2019-2020 por una disminución de la inversión privada y una contracción más severa de lo previsto en Venezuela, consigna el reporte.
En contraparte, Brasil, que también tienen un nuevo gobierno, equilibrará a la región, según el FMI, dado que sus expectativas de crecimiento también vieron una revisión de 0.1 por ciento en el pronóstico, con un estimado de 2.5 por ciento de expansión para este año, aunque para 2020 la proyección cae a 2.2 por ciento.
Al explicar por qué esta disparidad en ambos países latinoamericanos que inician con nuevos gobiernos, Gian Maria Milese-Ferretti, subdirector del FMI, resumió: Para México vemos un impulso más débil en 2019, por lo que es factor que contribuye a una revisión a la baja.
Tanto él como Gopinath expusieron que en el caso de Brasil el impulso de crecimiento no lo lleva el cambio político, sino que el país del Cono Sur se recupera de una profunda recesión entre 2015 y 2016, por lo cual los ajustes que indican una recuperación tienen que ver más con factores cíclicos.
En tanto, Argentina continuará este año en recesión. La caída para 2019 se prevé de 1.7 por ciento, para recuperarse hasta 2020, con un alza de 2.7, en la medida en que las políticas más restrictivas con las que se busca reducir los desequilibrios frenen la demanda interna, expuso el organismo.