Con la bandera ondeando a media asta, autoridades civiles y militares, encabezadas por la regidora Celina Lomelí Ramírez, en representación del presidente municipal, Arturo Dávalos Peña, conmemoraron este jueves el 105 aniversario luctuoso de Don Francisco I. Madero y José María Pino Suárez, ocurrido el 22 de febrero de 1913.
En esta ocasión, correspondió a la coordinadora de programas de la Asociación Mexicana para la Superación Integral de la Familia (AMSIF), Estela Adriana Gómez Funes, ser la oradora oficial de esta ceremonia, recordando este episodio trágico en la historia de nuestro país.
Mencionó que en un principio, Victoriano Huerta, en su reporte señalaría que ambas muertes ocurrieron durante el trasladado de Madero y Pino Suárez de Palacio Nacional a la Penitenciaria de Lecumberri, cuando fueron atacados por un grupo armado que intentó asaltar los automóviles y en la confusión, los prisioneros intentaron escapar, sin embargo terminaron muertos en el intercambio de balas.
No obstante, investigaciones posteriores confirmarían que se trató de un crimen planeado, que de acuerdo con el investigador Carlos Martínez Assad, del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, la muerte de Madero se vislumbró desde que se diera la acusación de traición a Huerta. “Lo que sí se sabía desde varias semanas antes era el golpe de estado, creo que finalmente el asesinato fue el motivo de las contradicciones que estaba viviendo el grupo que asumió el control de la presidencia, añadió el investigador”, señaló la oradora.
Gómez Funes, manifestó que con la muerte de Madero, “el intento de un gobierno democrático en el país se truncó, y en su lugar llegaron varios años de incertidumbre política. La inmediata consecuencia de esta ejecución está en la respuesta que dio una parte del norte del país a semejante cobardía. El auténtico inicio de la llamada Década Armada, está ahí”, concluyó.
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